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Channel: bichos raros
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Malos de película VI: el comisario Villarejo

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Hay un hombre en España que lo hace todo y no, no es Bertín Osborne. Y eso que Bertín Osborne es: presentador de televisión, cantante, empresario de la alimentación (de aceite, de jamón, ¡de gazpacho!), latin lover, y ahora hostelero... Si no fuera porque Astrud y Bertín Osborne tienen tanto en común como una esferificación de Adriá y la tapa "crooner" de "el rincón de Bertín", diría que la canción se basa en él.
"El rincón de Bertín" existe. Doy fe. Porque he pasado por delante, pero no he entrado, o qué os creíais.

Pero, en realidad, ese hombre que lo hace todo en España es el comisario José Manuel Villarejo. Nombrad un escándalo político/económico de los últimos años, que ahí estaba Villarejo: el pequeño Nicolás (sile), el ático de Ignacio González (sile), la Marbella de Jesús Gil (sile), Gao Ping (sile), informes sobre Baltasar Garzón (sile), Javier de la Rosa (sile)...

Y sin embargo, Villarejo es un gran desconocido que ni siquiera ha merecido un especial en Equipo de investigación, cuando su figura da mucho más de sí que "la guerra del precio del pan".

 Por no haber, no hay ni imágenes actuales de Villarejo mejores que ésta.

Quien sí ha estudiado a fondo a este personaje es Álvaro de Cózar, el periodista detrás del podcast "V, las cloacas del estado".

¡Cómo!  ¿Que no sabéis qué es un podcast?, ¿es que vuestro teléfono móvil es un Alcatel?, ¿seguís diciendo "okey mackey"? Aquí, la que sigue manteniendo un blog en el 2017 (sí, soy taaaan 2010) os va a explicar que un podcast es un archivo de audio y/o video de corta duración que puedes descargarte para disfrutarlo en tu móvil o el dispositivo que más rabia te dé. En el caso de "V", se trata de un total de diez capítulos, de unos 20 minutos cada uno, en los que Álvaro de Cózar y su acento madrileño nos cuentan las muchas perrerías de Villarejo. Eso sí, no llega a decir quién es el misterioso "V" del que habla el podcasta, aunque una simple búsqueda en google sirve para despejar las dudas. Os contaré una de las perrerías del comisario, la más desconocida, y la más sencilla de explicar.

Años 80, tras pasar una época como policía nacional, Villarejo pide una excedencia y funda una agencia de detectives. Uno de sus clientes es la iglesia de la Cienciología, que empezaba a implantarse en Europa y de la que se sabía muy poco.


"Going clear: scientology and the prison of belief" está en Netflix. ¡Cómo1, ¿que no tenéis Netflix?, ¿y qué hacéis en vuestro tiempo libre?

La Cienciología contrata a V. para hundir la clínica de desintoxicación de drogodependientes del dibujante Pedro Lerma, conocido como "Petrus". Petrus había sido un adicto y había logrado desengancharse en París, en una clínica Narconon, relacionada con la iglesia de la Cienciología. De vuelta a España, abrió una centro con los métodos de Narconon, pero sin el ideario religioso/místico/surrealista de la Cienciología. Eso no gustó un pelo a los jefes cienciólogos, que veían que implantarse en un país a través de centros de desintoxicación (y más en la España de los 80, plagadita de heroinómanos) era una oportunidad de oro. Así que encargaron a Villarejo que hiciera lo necesario para hundir al dibujante. Y lo hizo.

En 1984, un toxicómano paciente de la clínica de Petrus acusa a éste de robo en una sede de la Cienciología. Era una acusación en falso, fabricada por Villarejo, que además usó su influencia en antiguos compañeros de la policía. Así quedó demostrado en el juicio de 1990. Seis años más tarde, porque la justicia es ciega y también un poco lenta, con el consiguiente daño a la reputación de Petrus. En cuanto a la reputación de Villarejo... no pasó nada. Volvió a la carrera policial unos años más tarde y, como policía, se convirtió en el perejil de todas las salsas. Redactando informes falsos, haciendo grabaciones... y lo que surgiera, pero esta vez por encargo de quien estuviera en el poder. A ese mejunge de manejos turbios que nunca acaban de salir a la luz es lo que se conoce como "cloacas del estado" y nadie las conoce mejor que V.

Y vosotros, ¿conocíais la historia de V.?, ¿habíais escuchado antes un podcast?, ¿habéis probado alguno de los miles de productos de Bertín Osborne?

Las verdades de la vida están todas en Wallapop

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Sus anuncios aseguran que Wallapop sirve para vender lo que no quieres usar. Mentira. Mentira cochina. Esta aplicación se usa para absolutamente cualquier otra cosa que no sea vender objetos de segunda mano. Por ejemplo, la puedes utilizar para desahogarte públicamente contra esa tía política que aprovecha tu cumpleaños para hacerte sentirte gorda y vieja:

Diez euros. ¿Eso es lo que vale la rabia? ¿Solo?

Wallapop simplifica lo que antes eran los anuncios de segunda mano de los periódicos. Ya no hay que ir a la sede física del periódico a dictar el texto de tu anuncio, tú mismo con tus deditos tecleas en tu teléfono lo que quieres vender. Y listo. La primera víctima de la popularidad de Wallapop no ha sido la página Segunda Mano.es, qué va. La primera víctima ha sido la gramática:


O este vendedor no sabe la diferencia entre somier y somelier, o bien mató a un somelier, cortó el cadáver en pedacitos y los ocultó bajo la cama, dentro de cada uno de los cuatro cajones grandes con ruedas. Si alguien tiene 320 euros, que compre la cama y así lo averiguamos.

Si queréis gastaros menos dinero y no queréis arriesgaros a abrir los cajones y encontraros el cadáver de un somelier muerto, os sugiero que compréis esta cama de matrimonio de sólo 180 euros. Una ganga, ¿verdad? Al dueño le corre prisa deshacerse de ella:


Qué drama profundo y desgarrador se oculta detrás de ese "la eché de casa por motivos personales". Que dan ganas de contestarle y ofrecer 179.99 euros con tal de iniciar conversación y averiguar cuáles son esos "motivos personales": ¿cuernos?, ¿bigamia?, ¿se ha gastado los ahorros familiares en el bingo online porque quién puede resistirse a ese slogan "cuando tú vas, yo bingo"?

Me siento tentada de contestar a ese anuncio, sí... pero no lo haré. Porque Wallapop para lo que realmente sirve (aparte de para conocer cada recoveco del alma humana) es para ligar. Como todas las aplicaciones. Que creo que hasta se liga por Linkedin:

Y ella contestó: Ni soy Bea, ni vendo ningún aspirador, ni quiero conoverte". 

Aunque, bien pensado, ¿no sería precioso y muy de comedia romántica que el hombre con la cama de matrimonio de 180 euros y con el corazón roto se enamorara de una mujer que quisiera comprarle la cama y, ya puestos, repararle el corazón? ¿Los objetos de los que quieres deshacerte no cuentan más de ti mismo que las fotos llenas de filtros de Tinder? Al menos aquí tienes una excusa para iniciar conversación más allá del: "Hola, ¿dónde vives?, ¿quedamos?" de Tinder. Además, Kate Hudson y Reese Whiterspoon han hecho comedias románticas con detonantes aún más simples que éste así que, ¿por qué no?

Wallapop nos puede inspirar una película romántica... y hasta una de terror:

¿El kit de exorcismo también sirve para dar la extremaunción? Qué polivalente.

Pero no creáis que Wallapop sólo muestra las tristezas de la vida, excentricidades varias y faltas de ortografía de las que dañan el alma. No. En Wallapop hay sitio para todas las complejidades del alma humana. Por haber, hay hasta sitio para el espíritu navideño:


No sé a vosotros, pero a mí este anuncio me conmueve más que "Qué bello es vivir". Ya sólo faltaba que hubiera puesto alguna coma, alguna tilde... llega hacerlo, y lloro de la emoción.

Y vosotros, ¿habéis ligado con Wallapop?, ¿habéis encontrado compañeros de viaje a través de Tinder?, ¿habéis vendido muebles viejos en Blablacar?, ¿y Linkedin?, ¿sirve para algo Linkedin?

El campo no tiene glamour

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La naturaleza está sobrevalorada. Toda ella. La playa, la montaña, la llanura, la estepa... toda. Un rato en la playa y tres meses más tarde aún tienes arena bajo las uñas de los pies. Que no quiero ni imaginarme dónde encuentran granos de arena los aficionados a las playas nudistas. Y luego están los bichos. A mí me aman con pasión. Os está escribiendo una persona a la que le picó un mosquito en Madrid, en septiembre, y en el párpado de un ojo.

Por eso, años ha, cuando tocó elegir carrera,  fui una chica práctica y no me decanté por la antropología. Que sí, que muy interesante eso de estudiar a tribus por ahí perdidas, pero están perdidas por algo, en medio de lugares llenos de insectos, incomodidades y humedad que te deja el pelo fosco (como dijo aquella: "Nube, tía, y sin secador"). La naturaleza es cruel, y por mucho que Hollywood nos haya enseñado que a la selva se va con plancha para que la camisa de la sahariana esté impecable...:

A Grace Kelly le queda bien hasta el salacot.

...sabemos que el campo se lleva mal con el glamour. La realidad del pobre antropólogo está a años luz de "Mogambo". El estudioso llega a una zona alejada de toda civilización (¡ni un Zara en kilómetros!) a vivir como vivan los nativos, aprender su idioma y ganarse su confianza para así poder estudiar su sociedad. Mientras logra su objetivo está más solo que la una, incómodo, aburrido y desesperado porque los nativos no le hacen caso o, peor aún, le toman el pelo. Que serán nativos, pero no son gilipollas, y si quieres sacar algo de ellos deberás darles algo a cambio.

Al final, el antropólogo se siente desesperadamente inútil y le dan ganas de coger el primer vuelo rumbo a su colchón con nórdico a solo 200 metros de un Starbucks. De todo eso habla "el antropólogo inocente", de Nigel Barley. Barley se fue a Camerún a estudiar a la tribu dowayo y en el camino las pasó putas. El libro no es una manual de antropología, sino la historia de un hombre contra los elementos, todo contado con mucho humor... y nada de glamour:

¿Dónde salía más guapo Ralph Fiennes, en "el paciente inglés" o en "la lista de Schindler"? Abro debate.

Y, sin embargo, hay veces en que la realidad se pone estupenda. En los años 30, la ya famosa antropóloga Margaret Mead se va a estudiar una tribu de Papúa Nueva Guinea junto a su marido, también antropólogo, aunque con nombre de gigoló: Reo Fortune. La primera obra de Mead, "adolescencia, sexo y cultura en Samoa", fue un best seller. El libro hablaba de la educación de los adolescentes (que no son ni rebeldes, ni problemáticos en Samoa), de sus liberales costumbres sexuales (tanto para hombres como para mujeres) y, sobre todo, venía a decir que no había reglas universales en la conducta humana.

Mead y su marido coinciden en Papúa con otro antropólogo, el inglés Gregory Bateson y aquí es donde la realidad imita a Hollywood. Y no por el glamour...:

Margaret Mead no era Ava Gardner, pero Bateson se daba un aire a Tom Hiddleston...

... sino por el triángulo amoroso que se formó entre estos tres. De eso precisamente habla "Euforia", de Lily King. Pero cambia los nombres tanto de los tres protagonistas como de las tribus que estudiaron. Supongo que para ahorrarse una polémica, recordemos la que se lió el año pasado a costa de Adelaida García Morales.

Aunque "Euforia" está basada en hechos reales, y Margaret Mead se casó tanto con el antropólogo con nombre de gigoló como con el que se parecía a Tom Hiddleston, eso no es lo que sucede en el libro de King. Pero, si queréis saber algo más, os lo leéis, porque espero haber picado vuestra curiosidad.

Y vosotros, ¿habéis leído alguno de estos libros?, ¿también sufrís cada vez que salís al campo?, ¿no es una tragedia que Ralph Fiennes se quedara calvo?

Carta de Christina Hendricks al escritor éste de novelas de espadachines

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Dear Arturo,

Te escribo estas líneas porque me han contado que has escrito un artículo jacarandoso y de ficción (que eso lo has aclarado vía twitter porque también me han contado que la gente te ha puesto a caer de un burro) sobre tú y tus amigos intentando haceros una foto conmigo, la pelirroja actriz de Mad Men, aka "la de las tetas gordas".

Arturo, no me ofende que me llames "la de las tetas gordas". Como te imaginarás, a estas alturas de la vida eso me lo han dicho unas cuantas millones de veces. Como llamar cuatro ojos al que lleva gafas, enano al más bajito de la clase o zanahorio al pelirrojo, es habitual, una piensa que se acabará en cuanto se acaba el instituto. Pero fíjate tú por dónde, sigue pasando. No me lo esperaba de un escritor con léxico, silla en la RAE y edad de sobra para haber superado el instituto, pero bueno, ya digo que eso no me preocupa tanto. Para la próxima vez que te vengas arriba pensado en tetas gordas, Arturo, recuerda esta canción:



Tú no conocerás la serie "crazy ex girlfriend", Arturo, es demasiado 2017. Supongo que eres más de cine clásico en blanco y negro que verás en la pantalla de cine de tu casa, porque en los cines de ahora la gente hace ruido y da pataditas en la silla y ya no se hacen películas como antes ni hay mujeres como las de antes: Sofía Loren, Jayne Mansfield, Jane Russell... eso sí que eran mujeres, ¿a que sí?

Tampoco me ofende, Arturo, que definas a mi marido como "que no tiene ni media ostia". Tienes razón. Es, si me apuras, un poco feo, y lleva un modelo de gafas que no le sienta bien, y ese pelo revuelto que parece que siempre está despeinado... A Geofrey Arend (que así se llama, podrías haberlo buscado en google, pero bueno, ya te digo que eso tampoco me preocupa) le elegí por otras cosas que por su físico o su capacidad de liarla parda en un bar. Me han contado que tú, Arturo, eres muy viril, y que si te llega a pillar el atentado terrorista de París allí, tú solo con tu hombría y tu santa voluntad hubieras doblegado al ISIS entero. A mí es que la virilidad me importa un pito. Valoro más otras cosas: el sentido del humor, el cariño, la comprensión... Será que soy una blanda.


Lo que me ofende muchísimo es que digas que mandé a la mierda a tu compañero de fatigas, más joven, con pelazo y también más masculino que competir por ver quién mea más lejos: Manuel Jabois. Por ahí no paso, Arturo. Yo me hago fotos con todos mis fans. Aunque me interrumpan mientras estoy poniéndome hasta arriba en Casa Lucio. Aunque haya oído al tipo del pelazo y sus amigos llamarme a grito pelado "la de las tetas gordas", porque se creen que no entiendo el castellano y porque los españoles gritan que da gusto. No importa, yo soy una profesional y me hago fotos con todos, hasta contigo, Arturo.

Firmado,

Christina Hendricks, también conocida como la de las tetas gordas.

Di no al Brexit, di sí a Eurovisión

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Hubiera sido taaan bonito. Todos a puntuar con twelve points a Guallominí y Gran Bretaña se hubiera visto obligada a organizar Eurovisión en el año del Brexit. Pero para que eso fuera posible los europeos nos tendríamos que haber puesto de acuerdo y/o Gran Bretaña tendría que haber mandado una canción un poco molona. Y ni lo uno ni lo otro.

Sin embargo, creo que Europa puede unirse a través de Eurovisión. El festival que nos recuerda que Azerbaiján está en Europa también puede servir de contrapeso a los partidos antieuropeístas. Que la música nos una a todos. Pero no la música coñazo de baladas con su consabido crescendo vocal al final, mientras el pelazo de la cantante se agita al viento y un violinista toca un solo. No. Se trata de unir al pueblo. A la gente. A las masas. Esa música que la escuchas y te echas a bailar y a cantar, aunque sea en un idioma tan extraño como el moldavo.

Sí, amigos, ha habido éxitos moldavos. Más bien, ha habido uno. Éste.


Moldavia, como Teruel (o Azerbaiján), existe.

Yo creía que Moldavia no existía. Creía que era producto de la imaginación de los guionistas de Dinastía que hacían que Catherine Oxenberg fuera aristócrata europea sofisticada del reino de Moldavia. Otro día hablaremos de porqué no sé dónde he dejado las llaves pero sí sé el nombre de una actriz de segunda que salía en "Dinastía".

La cuestión es que Moldavia, en una alianza con Rumanía (Dragostea din tei está cantada en rumano, y el grupo estaba compuesto por moldavos y rumanos, en una unión paneuropea preciosísima) ha dado un megaéxito a toda Europa. Ése es el camino que hay que seguir.

Y otros países de chichinabo pequeños también han dado hits:


Si tuviera que enseñar qué fueron los 80 a un joven millenial nacido en el 2000 o a un extraterrestre, le enseñaría este videoclip. Y ya. 

Nada de canciones medio folclóricas cantadas en idiomas que parecen klingon, ni de baladas de portugueses tristes que llevan una coletilla como la que me pongo yo cuando voy a hacer limpieza general ni, obvio, canciones con alaridoscantos tiroleses... Todo esto lo vimos hace un par de días en Eurovisión y gracias, pero no, gracias.

Menos mal que siempre nos quedará Suecia (y los suecos). Los únicos que son capaces de hacer una puesta en escena en condiciones, que parece sacada de los Grammy y no de una retransmisión de la OTI de 1985. Quizá Suecia debería ganar siempre Eurovisión, y que los demás ni se molesten, que se queden en casa.

Queremos grandes hits. Dignas canciones del verano. Pegajosas. Eternas. De ésas que no sabías que te sabías. De ésas que no sabías que te sabías la coreografía. Como ésta. Danesa, para más señas. Las nuevas generaciones también bailan esta canción. Doy fe. Lo he visto en el Ocho y medio.

Y diréis, ¿y España qué? Fácil, que lo manden a él:



Triunfó hasta en Japón. Preguntad a cualquier mayor de 30 años de cualquier país europeo. Tararead chiquitan chiquitan-tan-tan-que-tumbanban-que tumban-que teverere y veréis cómo la reconoce.

Pero quizá el tiempo de Chimo Bayo ya pasó. Es el momento de nuevas generaciones. Y si el triste portugués de la coletilla había actuado en el Sónar, se me ocurren dos mozas que están petándolo en eso que se llama "la escena indie". Con canciones pegadizas y con su punto cómico. Imaginad qué bonito sería escuchar esta canción en un escenario de ésos tochos y llenos de efectos de luz, y ventiladores, y llamaradas, y máquina de humo y, por supuesto, junto a un violinista:


Les gusta ir al Ritz, pero al bingo también...

Y vosotros, ¿a quién llevaríais a la próxima edición de Eurovisión?, ¿también tenéis dolor de cabeza que empezó con la actuación de Rumanía y sus alaridos cantos tiroleses y que todavía no se ha ido?

El pasado viene a visitarte

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Llaman a la puerta.

Insisten. Tanto que piensas que a lo mejor es el de la lectura del gas. O peor aún, el cartero con una carta certificada de Hacienda, que solo insisten tanto cuando llevan cartas certificadas, si llevan un paquete o, peor aún, son los de SEUR con una compra que llevas esperando días, llamarán flojito y se marcharán sin hacer ruido. Pero me estoy yendo por las ramas. ¿De qué estaba hablando yo? Ah, sí. Llaman a la puerta. Insisten. Vas a abrir y te encuentras con tu yo del pasado. Tu yo adolescente, lleno de granos y con una carpeta forrada con fotos de los Back Street Boys, de los Pecos, de Take That... Podría ser el comienzo de una pesadilla. O, peor aún, el comienzo de uno de tantos cortos del Notodo con los que nos bombardean los amigos/colegas/conocidos. Que no debería criticarlo, que yo también lo he hecho... Pero ése no es el tema, ni queremos que éste sea el post más disperso jamás escrito. ¿Por dónde iba? Ah, sí.

El pasado vergonzante.

¿Quién no se ha puesto a revisar un álbum de fotos y ha encontrado fotos de sí mismo que le han horripilado? Nosotros, los simples mortales, lo tenemos fácil: rompemos las fotos y santas pascuas. ¿Pero qué pasa si eres famoso? Hubo un día en que no lo eras. Un día no muy lejano, cuando existían audiogalaxy y myspace y tú vas y te abres un perfil en myspace y lo llenas de fotos a cual peor.

¿Un tipo de Liverpool en sus vacaciones en Magaluf en plena resaca?

Tom Hardy, el nominado al Oscar, el que produce series que él mismo protagoniza, el nuevo sex symbol... antes de ser un actor como la copa de un pino era un inglés hortera con pinta de concursar en la versión británica de "Mujeres, hombres y viceversa". Cualquiera en su lugar hubiera ido a los tribunales y se hubiera amparado en el derecho al olvido para que borraran todas estas fotos. Tom no. Él ha dicho estar muy orgulloso de su pasado.

Pero, ¿estaría igual de orgulloso si su pasado fuera éste?:


Sí, es Terelu Campos, antes de arreglarse los dientes. Y no, no sale después del minuto 1, podéis parar el video ya.

Olvidemos un momento a Terelu Campos cuando estaba delgada, pero tenía la dentadura fatal. Hablemos de "Zocta, solo en la Tierra se puede ser extraterrestre", una película protagonizada por Joe Rigoli, humorista argentino que tuvo cierta fama en la España de la transición, esa época en la que triunfaba el humor fino y elegante de los Ozores y compañía. Ya a finales de los años 80 y quizá intentando recuperar la fama anterior, Joe Rigoli se lanza a dirigir y protagonizar "Zocta" una película que debió estrenarse directamente en video y que ni siquiera tiene una crítica en film affinity. Es una mezcla entre "Mi novia es una extraterrestre" (aquella con Kim Bassinger de sexy alien) y "Plan 9 from outer space". Vamos, canela en rama. Podría hacer la competencia a otras películas patrias que deberían tener sección propia en la Cutrecon, como "Kibris, la ley del equilibrio", esa película con José Sancho, unos karatekas y Paula Vázquez haciendo de vampiresa.

Pero ya me estoy yendo por las ramas otra vez. Si tenéis curiosidad sobre esta película tan mala que da la vuelta al círculo y parece hasta divertida, mirad los comentarios de este blog, donde un actor que participó en "Zocta" cuenta auténticas perlas sobre su rodaje.

Tom fue un hortera. Terelu necesitaba un dentista... y este niño que vais a ver a continuación ni con otro peluquero, ni una visita al oftalmólogo iba a conseguir quitarse de encima esa cara de funcionario de Hacienda que Dios le dio:

El pelo paje, cuánto daño hizo...

George Clooney fue feo. Aquí está la prueba. Así que, padres del mundo que querrías poder decir de vuestros hijos que son guapos, pero no podéis... no perdáis la esperanza.

Y vosotros, ¿tenéis fotos vergonzantes del pasado?, contadme o, mejor aún, subid las fotos...

El cambio climático explicado para que lo entienda Trump

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Qué agradable llevar dos noches sin dormir bien por culpa de las altas temperaturas y enterarte de que la ola de calor no ha llegado aún. Empieza mañana. Pero entonces, ¿cómo llamamos a lo que ha pasado hasta ahora?

Antes se hacía el cambio de armario, se guardaban los jerseys y se sacaban los pantalones cortos justo en el 40 de mayo. Hasta el 40 de mayo no te quites el sayo, decía el refrán. Ese refrán debe ser de la época de los romanos, cuando decían que una ardilla podía cruzar la península ibérica saltando de árbol en árbol. Hoy sólo lo lograría saltando de Papizza en Papizza.

¿Este calor infernal es culpa del cambio climático o, como dice Trump, es un invento de los chinos?

Ignoro la opinión del señor de la piel color Risketo al respecto ahora mismo, día 14 de junio, a las 18.32 horas, porque este señor cambia de opinión más que de corbata. Pero yo lo tengo muy claro. Nos vamos a asar cada año un poco más. Gentes de letras puras, hijos de la ESO y dummies en general, os voy a explicar de qué va el cambio climático. Si yo lo entiendo, que soy de letras puras, vosotros y el señor Trump también podéis.

Desmontemos los argumentos que se dan en contra del cambio climático:

¿Cómo van a saber que hay un cambio climático si los meteorólogos ni siquiera saben qué tiempo va a hacer mañana?
En la serie documental "Cosmos" (la nueva, no la que hizo Carl Sagan años ha) lo explican divinamente. Neil Degrasse Tyson, el presentador de la nueva "Cosmos" pasea por la playa con un perro. El perro da mil vueltas: dos pasitos hacia delante, tres hacia atrás, me acerco al mar, veo un palo, cojo el palo, dejo el palo, un paso hacia atrás... pero siempre en la dirección que Neil, que lleva la correa, marca. Neil afirma que predecir el tiempo que hará en unos días es como predecir qué hará el perro en el siguiente segundo, imposible. Pero predecir en qué dirección marchará el perro sí se puede prever, pues es él quien lo dirige gracias a la correa.

Nosotros somos quienes llevamos la correa del cambio climático y está ahí, es medible. Con el aumento de temperaturas, el aumento de emisiones de CO2 de los coches, el deshielo de los polos...

Neil Degrasse, el científico con más flow.

¿Y qué si se derriten los polos? Pues que se derritan, anda que no están lejos.
Están lejos, sí, pero son muy tochos. Tanto que si se siguen derritiendo el nivel del mar subirá tanto que anegará la costa de medio mundo. Por poner un ejemplo, Londres se inundaría,¿a dónde iríamos a ver musicales?

Además, los polos cumplen una labor básica, reflejan y rebotan los rayos que nos llegan del sol, equilibrando así la temperatura. A menos superficie helada, menos rayos de sol que se reflejan y, por tanto, más calor y más daño nos harán los rayos de sol.

Pues yo no noto nada. La gente se queja en verano del calor, y en invierno del frío.
Es normal que los afortunados que tienen aire acondicionado no noten gran cosa. Si hace calor se quedan en casa y tan a gusto. Pero los que saben del tema sí lo notan. La sociedad ornitológica de España ha contabilizado hasta diez especies de pájaros que antes emigraban en el Sáhara y que ahora eligen... ¡España! Somos el nuevo Sáhara, qué espanto. Cuando todo el mundo sabe que lo bonito es el entretiempo, esa época en la que puedes llevar vestidos sin peligro a parecer Camacho porque sudas a chorros.

Más datos. El desierto de Atacama, en Chile, un sitio tan inhóspito y tan seco que se usa para recrear las expediciones a Marte, avanza medio kilómetro al año, ¡medio kilómetro!

Pero no me hagáis caso a mí. Haced caso a Schwarzenegger:




Arnold (es más fácil escribir Arnold que Schwarzenegger) dice que Trump, al salirse del acuerdo de París, hace viajar al mundo al pasado. En "Cosmos" sugieren un momento estupendo para viajar al pasado y ahorrarnos este sufrimiento sofocante: 1913. Entonces Frank Shuman construye en Egipto la primera planta solar funcional y económicamente rentable. Pero llegó la I guerra mundial, la planta fue destruida y se desarrolló otra fuente de energía que era muchísimo más rentable: el petróleo. Ay, si Terminator viajara a 1913 y evitara este desastre...

Y vosotros, lectores sudados de mis entretelas, ¿qué tal lleváis el calor?, ¿tenéis aire acondicionado?, ¿piscina?, ¿me invitáis? Responded primero a la última pregunta.

Cámbiame es el mal

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Una de las ventajas de dedicarte profesionalmente al guión es documentarse. ¿Que te llaman para una miniserie sobre los Pujol? Pues a empollarte la vida del molt honorable, el sistema procesal y los métodos para blanquear dinero. ¿Que te llaman para hacer una serie de época estilo "tacita de té"? Pues a leer libros sobre la vida de las criadas en los años 20. ¿Que te encargan un proyecto sobre youtubers? Pues a ver vídeos de youtube de esos jovenzuelos cuya existencia desconocías hasta que empezaron a protagonizar anuncios de refrescos.

Los youtubers, para mí, eran como los barrios de Madrid situados más allá de Plaza de Castilla hacia el norte o más allá de Carabanchel hacia el sur. Sé que existen, pero no me interesan, ahí no hay nada para mí. Con esa actitud me puse a ver vídeos en youtube y descubrí cosas tan apasionantes (o no) como el unboxing o el asmr.

 Esto es el unboxing. Apasionante, ¿a que sí?

Después de decenas de videos de adolescentes que hacían cosas sin sentido ni gracia mientras gesticulaban exageradamente ante la cámara me empecé a sentir como Javier Marías. Me sentía vieja, rancia e indignada. Me estaban entrando unas ganas enormes de tener unas palabras con esos chiquillos, palabras de señora del tipo "¿pero tú estudias?", "ordena la habitación si la vas a enseñar al mundo entero", "pero mira qué pintas llevas"... Hasta que la encontré a ella:



La moza que se esconde tras "soy una pringada" es espabilada, ingeniosa, tiene mala leche y vis cómica. Además, dice verdades como puños. Porque, ¿no son los ex gordos los nuevos ex fumadores? Gente que se ha hartado de no gustarse y de que le aconsejen que se quiten unos kilos de encima cuando, por fin (y tras mucho esfuerzo) lo logra, ya no puede hablar de otra cosa que no sean las bondades de la lechuga, la vida sana y el crossfit. Soy Pringada critica la falta de coherencia del discurso del ex gordo que se lamenta de las presiones sociales que hay para adelgazar (presiones a las que ha cedido), de lo que sufre por no comer lo que querría y de lo feliz que es porque la vida sana es la mejor (¿pero no decías que sufrías por culpa de la dieta?). La youtuber habla de la ex gorda por excelencia a la que otorga el título de "gorda traicionera": Carlota Corredera. Esta buena señora, desde que adelgazó, se ha convertido en la mujer que todo lo presenta en Tele5. Entre otros, es la conductora de "Cámbiame", un programa consistente en cambiar el look de la gente para que así sean más felices. Con el lema "si tú cambias todo cambia", tres expertos en moda tunean al pobre incauto que cae en sus redes porque si le tiñen el pelo y le ponen ropa colorida ya no estará deprimido, ya no le importará ser viejo, estar solo, no tener trabajo. Y aquí llegamos al meollo de la cuestión (sí cuatro párrafos más tarde, llegamos al meollo), ¿cambiar el exterior va a hacer que nos sintamos mejor?, ¿Carlota Corredera es más feliz ahora que tiene una talla 40, presenta dos o tres programas a la vez y sale en la portada del "Semana"?, ¿o hablar tanto de su trauma con el peso y la comida no enmascara una insatisfacción más profunda?


En el fondo, todos los programas de cambio de aspecto: "Cámbiame", "How do I look?", "extreme makeover" (y más que habrá en esos canales que ni te molestas en sintonizar), ofrecen una solución fácil a un problema complejo. La gente llega con su chándal, sus arrugas, su pelo fosco y una historia muy lacrimógena. Los asesores escuchan la historia lacrimógena y, oh sorpresa, lloran. Luego le cambian su aspecto, la persona en cuestión se ve por primera vez, agradece muchísimo la labor de los asesores y, oh sorpresa, vuelven a llorar todos. Que a mí un programa de cambio de imagen me parece estupendo, oye, ¿pero es necesario asumir que si renuevas tu vestuario y te tiñes las canas serás felicísimo?, ¿de verdad es tan simple?, ¿tan superficial? Los tres asesores de "Cámbiame" son el epitome de lo fácil, adoran las frases hechas de autoayuda del tipo de "si lo visualizas, ocurrirá", las loas a amar y ser amado y, ya que estamos, viva la paz y qué mal las guerras. Y no exagero. Que todo esto ocurrió y además en el día en que media España está frente al televisor. El día de Nochevieja, cuando la presentadora de "Cámbiame" de ese momento y sus tres asesores de moda fueron los encargados de retransmitir las campanadas.

A mí me gustaría ver "Descámbiame". Un programa que recuperara a todas esas personas que acudieron a que les cambiaran de look para comprobar si mantienen el estilo que les aconsejaron y, sobre todo, ver si son felices. Eso sí, sin lloros.

Y vosotros, ¿seguís a algún youtuber o sois más de la cuerda de Javier Marías?, ¿creéis que "Cámbiame" es el mal o hay otros programas que despiertan vuestros odios?, ¿veríais "Descámbiame"?

¿Qué canción (infame) del verano eres?

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Las canciones del verano son infames. Y pegajosas como la arena de playa, que vas un rato a tomar el sol y tres meses más tarde aún encuentras granos de arena en tus bolsillos y hasta en tu ombligo. Pero algo tienen las canciones del verano, conectan con tu sistema límbico y se quedan a vivir en tu cerebro para siempre. Crees que las has olvidado pero un día, muchos veranos, muchos inviernos después, te despiertas cantando "tsamina mina, eh, eh, waka, waka, eh, eh" y lo que es peor... ¡bailándola!

Todos llevamos en nuestro interior una canción del verano que se niega a abandonar nuestro ser. Se nos pega como una lapa, como el demonio a la pobre Regan en "el exorcista". Pero... ¿cuál es esa melodía que te acompañará siempre? Probablemente no lo sepas porque está enterrada en lo más profundo de tu subconsciente. Para eso está este riguroso a la par que veraniego test:

¿Dónde vas a pasar las vacaciones?
A. Magaluf. O quizá Salou. Un sitio barato, con mucha marcha, gente a porrones y alcohol barato.
B. un pueblo donde se oiga cantar al gallo y no haya cobertura para el móvil.
C. qué importa el sitio, mientras pueda descansar, levantarme tarde, tirarme dos horas desayunando y echarme siestas kilométricas.
D. en la ciudad, trabajando. Es que soy autónomo.
E. en un crucero, que están muy de moda y bien de precio. Otros años he ido a resorts en Canarias y en la Riviera Maya, que también me los recomendaron. Y muy bien, ¿eh?

¿Cómo definirías tu estilo en la pista de baile?
A. arrimando cebolleta.
B. estilo verbena, es decir, las piernas separadas, rodillas ligeramente flexionadas y dando palmas. Intento que vayan a la vez que la música, pero no siempre lo consigo.
C. insinuante, sensual, lo doy todo en los bailes lentos.
D. dando botes de un lado a otro, como si me dieran calambrazos o me estuvieran sometiendo a una terapia de electrochoque.
E. ¿estilo?,  ¿qué estilo? yo solo bailo canciones cuya letra sean unas instrucciones de uso, de ésas que te dicen qué pie mover y cuándo.

Después de seis horas en la playa, empiezas a aburrirte un poco, así que...
A. empiezo a mirar el panorama: a las chicas en top less o los chicos con braga naútica marcapaquete.
B. abro la nevera portátil y me como otro filete de pollo empanado regado con un poco de vino con casera, y tan a gusto.
C. me doy la vuelta y me echo una siesta, una bien larga, de ésas que te dejan más cerca de la muerte que de la vida.
D. no piso la playa desde que fui con mis padres a Gandía en el Seiscientos familiar, allá por los años ochenta.
E. juego a las palas o alquilamos una barca con pedales entre todos. Si a los demás les apetece, claro.

¿Cuál es tu pesadilla recurrente?
A. que murmuren de mí por las esquinas, porque a mí eso me mortifica.
B. me pilla un toro en un encierro.
C. un atasco en la gran ciudad.
D. ahogarme en el mar, porque yo sólo sé nadar a perrito.
E. salgo elegido presidente en unas elecciones.

¿Qué no le perdonarías a tu pareja?
A. una infidelidad
B. la arrogancia, que me haga de menos.
C. que me atosigue.
D. que tenga que mudarse a otro país y mantener una relación a distancia.
E. la indecisión, que me obligue a mí a tomar siempre todas las decisiones.

¿Cuál es tu ciudad favorita del mundo entero?
A. Copenhague, Oslo... cualquier sitio que esté lleno de gente rubia, alta y con buenos genes.
B. cualquier pueblo que mantenga las tradiciones de toda la vida: tirar cabras del campanario, hacer guerras de tomates/vino/o lo que surja...
C. algún paraje en el Caribe
D. Madrid, lo tiene todo: el Retiro, el la Casa de Campo, miles de teatros y museos...
E. Ay, no sé, qué difícil. Elige tú mejor.


Mayoría de A: "el venao"
El verano es esa época para tener rollitos de ídem. Por eso tú te has pasado todo el invierno planeando con la cuadrilla de colegas un viaje a un templo del ligoteo y los chupitos baratos como Magaluf o Lloret de mar. No cuentas con que es muy posible que tu pareja haya pensado lo mismo y te la encuentres en una discoteca dándolo todo mientras aquello de "que no me digan en la esquina, el venao, el venao, que eso a mí me mortifica...". Quien te iba a decir a ti que una canción del verano iba a acabar siendo autobiográfica.

"El Koala" tiene una de esas caras únicas, inolvidables (mentira).

Mayoría de B: "opá, yo viazé un corrá"
El metro te convierte automáticamente en Paco Martínez Soria. Y es que eres muy de pueblo. Te gusta todo lo que huele a campo: las verbenas, los guisos contundentes con grasaza, los quintos... El verano en España está unido a las fiestas de los pueblos. Normal que haya aparecido un subgénero, al que podríamos llamar canción del verano rural, que nos ha traído clásicos tan imperecederos como "el tractor amarillo" o "opá, yo viazé un corrá".

Mayoría de C: "despacito"
Las prisas no van contigo. Por eso siempre llegas tarde a tus citas. Que podrías salir antes de casa o correr... pero no, tú eso de correr, como que no lo ves necesario. No es que seas vago, es culpa del verano, que te ralentiza el metabolismo. Dos semanas de julio cunden como dos días de invierno. Por eso las canciones de ritmo caribeño ("despacito", "la gozadera") te poseen.

La playa de Madrid son estos cuatro chorros que hay en Madrid Río.

Mayoría de D: "Aquí no hay playa"
Cuando estás en paro, porque no tienes dinero. Cuando estás trabajando, porque no tienes tiempo. Cuando te quedas en paro justo antes del verano, porque no te ha dado tiempo a planear nada. El caso es que tu verano consiste en quedarte en la gran ciudad de turno. Y si esa ciudad es Gijón, Barcelona o Málaga, bueno, pase... pero, ay, como sea en una ciudad de secano... Tú no te quejas porque siempre te quedarán El Corte Inglés y cualquier recinto cerrado con aire acondicionado a tope, pero la realidad es que ves las fotos de los pies de tus amigos que están "aquí sufriendo" y te das cuenta de que quien sufres eres tú. Y lloras.

Mayoría de E: "follow the leader"
Hay un dicho popular que dice: "¿dónde va Vicente? Donde va la gente". Pues bien, tú eres Vicente. Tienes la personalidad de un cefalópodo, te dejas guiar por las modas y la opinión general. No te gusta decidir en nada en general, así que las canciones con instrucciones de baile como "follow the leader", o "la bomba" de King África (una mano en la cabeza, una mano en la cintura, un movimiento sexy...) te gustan. Así sabes qué es lo que hay que hacer.

Y vosotros,

La experiencia Paquita

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Alguna vez (pocas, muy pocas) los guionistas nos enteramos de cuándo y donde va a celebrarse una fiesta fin de rodaje de la serie en la que trabajas. Y entonces vamos para arramplar con la barra libre y los canapés gratis (si los hay). En la última fiesta a la que acudí, fui con otra misión más: pillar a una actriz por banda y resolver una duda que me atormenta, me inquieta, me perturba, desde hace tiempo. ¿Por qué todas las actrices tienen tan buena piel?, ¿son actrices porque tienen buena piel o más bien como son actrices se la cuidan especialmente?, ¿qué viene antes: el huevo o la gallina? Una actriz me resolvió esa duda, confesó que ella siempre había tenido problemas de acné y que "Paquita le había salvado la vida".

¡Yo también quiero que me salve la vida Paquita!, grité en medio del bar. Estoy en esa edad en la que ya no toca tener granitos porque va a coincidir con las arrugas y mira, o lo uno o lo otro, pero no se puede tener lo peor de la adolescencia y de la madurez.

Pero... ¿quién es Paquita?

Me llamo Ors, Paquita Ors.

La señora de pelo imposible, edad indefinida, medias opacas y gusto barroco por el mármol y los dorados es Paquita Ors. No gasta nada en publicidad y, sin embargo, en cuanto preguntas por ahí o haces una búsqueda en google descubres que Paquita Ors es toda una institución. En esta entrevista cuyo contenido vale oro y sus fotos un Potosí, descubro que Paquita fue una mujer adelantada a su época, que estudia farmacia por imperativo familiar. Su intención era acabar la carrera y después hacer lo que le viniera en gana, pero... "cuando acabé la carrera, estúpida de mí, me casé y me fue fatal". A lo que Jerónimo, su hijo, también presente en la entrevista, responde: "Bueno, ¡estoy yo!". "Lo único bueno. Lo demás, todo mal". Paquita se divorcia en una época en que nadie lo hace y se dedica cuerpo y alma a su tienda de cosmética, donde venden productos que elaboran ellos mismos y donde también se atiende a los clientes individualmente, tras hacer un examen de su piel. La fórmula funciona tan bien que primero Paquita y luego su hijo se dedican a viajar por toda España: Zaragoza, Valencia, Madrid... de tienda en tienda, para diagnosticar personalmente a sus clientes.

Así que pedí cita, dispuesta a tener la piel de Emma Stone o de Cameron Díaz. Bueno, igual la de Cameron Díaz no. Primera fase en la experiencia Paquita: te dan cita para después de unos meses. Cuando pasa ese tiempo, y si no has tenido que cancelar o retrasar la cita, vas a la tienda. Está en pleno barrio de Salamanca, al lado de uno de esos hotelazos con portero que luce uniforme. Por fuera parece una tienda viejuna, de las de toda la vida... hasta que entras dentro. Detrás de las estanterías llenas de tarros, frascos y potingues varios descubres unas paredes pintadas de azul cielo y, en medio de ese azul cielo, angelotes, muchos angelotes.


Es una tienda peculiar, y no sólo por la decoración. Segunda fase de la experiencia Paquita: aunque vayas con cita, nunca esperas menos de una hora. Recomiendo llevarse un libro o hablar con el resto de personas que esperan pacientemente. Hay tiempo suficiente como para estudiarse un tema de una oposición o iniciar una amistad profunda de las que van a durar toda una vida.

Por fin, una de las minions de Paquita (por la tienda pululan una pléyade de mujeres jóvenes y perfectamente maquilladas) dice tu nombre y vas corriendo a donde te indican. Por fin llega la tercera fase: el diagnóstico. No te va a atender Paquita in person, sino su hijo, el heredero del imperio Ors. Él:

En casa tengo la mitad de todos esos tarros.

Jerónimo y su pajarita te atienden con una educación muy Downton Abbey. Te estrecha la mano, te sonríe, te pregunta que a qué te dedicas, te mira el cutis, las manos y las uñas. Luego te dice frases lapidarias del tipo de "tu piel se ha rendido", "no te toques los granos", "no comas embutido ni comida rápida" y tú asientes a todo porque te lo está diciendo un señor mayor con bata y pajarita, y eso imprime autoridad a cualquiera. Al lado de Jerónimo,  una de las minions toma nota de todo. En mi primera visita a Paquita salí con cinco frascos con letras estilo apple chancery y tapas doradas, más unas vitaminas, más la chuleta con las instrucciones de cuándo y cómo aplicarse cada crema escrita con la primorosa letra de una de las minions. El precio de los productos individualmente es  económico, lo malo es que te llevas media tienda...

La siguiente fase en la experiencia Paquita es la más complicada: aplicarse tres potingues por la mañana y otros tantos por la noche antes de dormir. Yo, que no soy constante ni siquiera para lavarme los dientes, me he disciplinado. Hay que rentabilizar la pasta gansa invertida en la tienda de los angelotes.

En las sucesivas visitas, Jerónimo y su pajarita te hacen un seguimiento y, por supuesto, te venden un par de productos más. En la última cita, y después de esperar la hora de rigor, Jerónimo (y su pajarita, de tres veces que he ido la llevaba las tres) me dijo que mi piel ya está casi curada, aunque tengo el hierro bajo y debería comer más carne y me ha emplazado a que vuelva después del verano.

Y, la pregunta del millón: ¿funciona? Yo no soy objetiva, me veo la cara todos los días y no noto gran cosa. Además, y como los miembros de una secta, ya he perdido la objetividad, estoy demasiado fascinada por la experiencia Paquita que ya no sé qué pensar. Pero todo el mundo me dice que sí, que notan que tengo la piel mejor, ¿me dirán la verdad o sólo me lo dicen para que no llore por el dinero invertido en los Ors?

Y vosotros, ¿conocíais a Paquita?, ¿o alguna otra tienda mítica de toda la vida cuya leyenda no necesite ni publicidad?




Películas veraniegas para combatir la ola de calor

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En Japón (¿he contado ya que yo he estado en Japón?) se sirve sopa de miso, caliente, humeante, todo el año, hasta en agosto. Y mira que hace calor allá en agosto... Doy fe, porque yo he estado ahí (no sé si lo había comentado en alguna ocasión). Por lo visto tomarse una sopa en verano no es tan mala idea, al menos evitas cortes de digestión. De hecho, países cálidos como India y México (tranquilos, no he estado en ninguno de los dos) tienen una gastronomía muy picante.

El año pasado ya probamos a combatir el achicharrante verano con estas películas repletitas de nieve, lluvia y cielos cubiertos. Probemos la otra opción. Cine veraniego, tropical o hasta desértico, caliente como una sopa de miso. Dadle al aire acondicionado o al ventilador, echaos crema solar y proteged vuestras cabecitas con un sombrero de paja, que aquí van unas cuantas películas que dan sudores.

A pleno sol / El talento de Mr. Ripley
Muchas novelas de Patricia Highsmith se han adaptado al cine. De hecho, con el dinero que consiguió por las ventas de "Extraños en un tren", Highsmith se pegó un viaje por toda Europa y allí empezó a escribir "El talento de Mr. Ripley".

Por supuesto, hubo adaptaciones de esta novela. En "A pleno sol", Alain Delon luce palmito por veleros y playas varias. Años más tarde llegó "El talento de Mr. Ripley", con Matt Damon interpretando a un Ripley menos frío y más vulnerable. De esas películas que es fácil encontrar en televisión, cada vez que la veo, me quedo un ratito. Ver "El talento de Mr. Ripley" casi provoca síndrome de Stendhal: los paisajes de la costa italiana, Roma, la moda de los años 50... y, para colmo, Jude Law cuando tenía pelo.



La selva esmeralda
Hay dos Españas, y no me refiero a la España que muere y a la que bosteza del poema de Machado.  Me refiero a otros grandes cismas: la tortilla de patata con o sin cebolla; nesquick o cola cao; cerveza o vino. Y, por supuesto: calor seco o húmedo. Yo soy una ferviente defensora del calor seco, así que, si me pasara lo que al protagonista de "La selva esmeralda", no habría película. Yo no hubiera sobrevivido en medio de una jugla llena de calor húmedo y, lo que es peor... ¡mosquitos!

"La selva esmeralda" cuenta la historia de un ingeniero americano que está construyendo una presa en plena selva amazónica cuando su hijo desaparece. El padre lo busca durante años, pese a que todo el mundo le da por muerto. El chaval ha sido criado por una tribu indígena y a punto está de convertirse en un guerrero. No he vuelto a ver esta película en muchos años, pero de cría me tenía fascinada: el reencuentro entre padre e hijo en plena selva, los ritos iniciáticos de la tribu y un mensaje ecologista que en los 80 sonaba de lo más novedoso.

El nadador
Con una piscina cerca da igual que el calor sea húmedo o seco. Y no estamos hablando de piscinas municipales llenas hasta la bandera o de las de tus amigos, esos que viven en una urbanización y a los que gorroneas cada verano. No. Piscinas privadas, tuyas y de nadie más. Y como esas las hay a patadas en los Estates. Por eso, un buen día, Burt Lancaster decide volver a su casa nadando de piscina en piscina. Y de eso va "el nadador". Mientras Burt hace largos a crol con un estilo que ni Mark Phelps, vas descubriendo las vidas de sus vecinos y, de paso, vas reconstruyendo el pasado de él. Hora y media de Burt Lancaster en bañador es motivo más que suficiente para ver "el nadador" que, no os engaño, no es para nada un clásico con todas las letras.


Para eso, mejor:

Lawrence de Arabia 
Puede que no hayáis visto ninguna de las películas anteriores, y no pasa nada, pero ésta es obligatoria. Mira que suelen dar pereza las biografías de personajes históricos... Suelen consistir en una sucesión de hechos más o menos conocidos sin un hilo conductor detrás, como si leyeras la wikipedia hasta que al final el personaje en cuestión va y se muere. Pues bien, "Lawrence de Arabia" se las apaña para mostrar parte de la historia del pueblo árabe, más la biografía de T.E. Lawrence, más la vida en el desierto, y todo lo hace bien. Es una película histórica y biográfica y psicológica y bélica y, sobre todo, muy emocionante. Tuve la suerte de verla en pantalla grande hace un par de años y la gente aplaudió en este momento, cuando Lawrence consigue regresar con vida del desierto de Nefud:




Hay que verla. Con una botella de agua de litro al lado, eso sí.

Y vosotros, ¿sois más de Alain Delon de joven, de Jude Law cuando tenía pelo o de Burt Lancaster en bañador?, ¿el calor con más calor se quita o donde haya un aire acondicionado a tope, que se quite todo?, ¿qué película calurosa y/o veraniega recomendáis?

La vuelta al Perú en 21 días

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He vuelto y tengo una excusa estupenda que justifica que no haya actualizado en tanto tiempo. Sí, lo habéis deducido correctamente: he estado en Perú. La que os espera... De los creadores de "yo he estado en Japón" llega... "yo he estado en Perú". Y comienzo la que será una saga de posts que ríete tú de la saga de Fast&Furious (¿cuántas películas llevan?, ¿siete?, ¿ocho? Creo que hasta Vin Diesel ha dejado de contar).

Como todos los lectores de éste vuestro blog sois gente viajada y cultivada, sabréis que el mejor amigo del turista (con permiso de Trip Advisor, no siempre a mano cuando no tienes datos y necesitas wifi) es la Lonely Planet. De tanto consultarla he llegado a una conclusión:  sus redactores antes trabajaron como guionistas de "Noche de fiesta" o bien en la redacción de "Hola". Cómo les gusta un adjetivo... todo es sensacional, único, monumental, fastuoso, encantador, pintoresco, arrebatador. Es leerlo y oír mentalmente la voz de José Luis Moreno dando paso a David Civera o Jaimito Borromeo. Pero ni Lonely Planet es infalible, ni todo en Perú es mágico y sublime. Aquí va un resumen de mi vuelta al Perú en 21 días:


Día 1, llegada a Lima tras un eterno vuelo de Plus Ultra. Y aquí mi primer consejo: Plus Ultra, caca. Azafatas que te miran con odio, un retraso de varias horas y, lo que es peor, una pantalla que emite solo cinco películas, todas a la vez, en un bucle que sólo se reinicia cuando acaba la última... que además resultó ser "Titanic".

Día 2, autobús de Cruz del Sur (viva Cruz del Sur: mantita, almohada, ¡y películas para elegir en pantalla individual!) a Paracas. Una vez allí, excursión en barco para ver a lasfocas los lobos marinos, pájaros varios y cuatro o cinco pingüinos despistados. Si no sois como yo, es decir, gente que ve documentales de animales y cambia de canal cuando el guepardo se va a comer a la gacela, quizá sea una etapa del viaje que queráis saltaros. Por la tarde, nuestra primera ruina inca: Tambo Colorado. Después dormimos en Ica, en un hostal estupendo con nombre de segunda parte de película que nadie ha visto: Ica Adventures 2.

Día 3, paseo por Ica, una ciudad a medias por culpa del terremoto del 2007. Aún hay edificios pendientes de remodelarse. Comemos en el mercado, cosa que haremos en un par de ciudades más, siempre menús buenos, baratos y abundantes. Por la tarde, al cercano oasis de Huacachina, y hacemos el cafre por las dunas. Esa misma noche viajamos a Nazca.

 
 Pocas cosas más fotogénicas que el desierto. Michael Fassbender, quizá...

Día 4, por la mañana tomamos una avioneta para ver las líneas de Nazca. En la avioneta somos 6 personas y nos mareamos 4. Mi consejo: que le den a las líneas de Nazca, ¿las queréis ver? Pues aquí las tenéis. Esa noche viajamos con Movilbus (no hay color con Cruz del Sur, pero yo me dormí como un leño) a Arequipa.

Día 5, ya en Arequipa, visitamos el museo santuarios andinos, más conocido como "donde la momia Juanita". Juanita fue una chica de unos 13 o 14 años sacrificada en el siglo XV en una ceremonia religiosa inca en la cima del monte Ampato. Imaginad a la pobre Juanita subiendo esa montaña en sandalias, con un frío pelón. Me la imagino suplicando al sacerdote si no podía al menos librarse de la caminata y que la subieran ya sacrificada de casa... Además de este interesantísimo museo, en Arequipa está el precioso (y enorme) convento de Santa Catalina, una espaciosa y acogedora plaza de Armas y un queso helado delicioso. Sí, lo sé, ahora parezco la Lonely Planet...

Día 6, excursión a la reserva de Salinas y Aguada Blanca, a unas horas de Arequipa. No quisimos madrugar para ir al valle del Colca (¡había que levantarse a las 3 de la mañana!). Ahora, desde el sofá de mi casa, me arrepiento, porque la Aguada, pese a su paisaje marciano y a los rebaños de llamas tampoco merecía la pena. Anda que no vimos alpacas y llamas en el viaje... Esa misma noche tomamos otro autobús nocturno rumbo a Puno.

Día 7, excursión desde Puno al lago Titicaca, a las islas de Uros y Taquile. El lago está a 4.000 metros de altitud y notamos el mal de altura, y eso que llevábamos tomando hojas de coca, té de coca y caramelos de coca desde Ica... Viaje nocturno en autobús a Cuzco.

Día 8, paseamos por la bella Cuzco: que si la plaza de Armas, que si palacios varios con sus balconcitos rollo "Romeo, Romeo" o rollo "Rapunzel, Rapunzel, tírame la trenza", que si iglesias barrocas llenas de volutas y dorados... Nos alojamos en el hostal-albergue Milhouse, muy céntrico y con desayuno copioso.

Día 9, tren a Aguascalientes, la última ciudad antes de Machu Picchu. Es la Andorra de Perú. Todo hoteles, hostales y restaurantes que ofrecen la misma comida y el mismo pisco sour de grifo "de cortesía", es decir, gratis. Pero pasar noche en Aguascalientes es la mejor manera de prepararse para la gymkana que nos esperaba al día siguiente.

Día 10. Machu Picchu. Nos levantamos a las 04.30 porque nos avisaron de que habría cola para tomar el autobús a Machu Pichu. Hacemos dos horas de cola mientras llueve a mares. Hacemos otra cola para acceder a Machu Picchu.

 ¿Refugiados en la frontera de Grecia con Turquía? No. Turistas en la cola de acceso a Machu Picchu.

Sigue lloviendo. Los mosquitos se ceban conmigo. Y aún así, pese a todo, Machu Picchu está a la altura de su fama y de la retahíla de adjetivos que le dedica Lonely Planet. Esa tarde tomamos un tren con destino a Ollantaytambo.

Día 11. Ruinas incas de Ollantaytambo. Un taxista muy majo, que nos enseñó algunas palabras en quechua y todo, Eduardo, nos lleva a otros puntos del Valle Sagrado: los bancales incas de Moray, las salinas de Maras, Chinchero (con más bancales y una iglesia pequeñita y desvencijada, pero de las más curiosas que vimos en todo el viaje) y luego nos deja en Cuzco. Dormimos en un airbnb situado a unos 20 minutos del centro y echamos mucho de menos el Milhouse.

Días 12, 13, 14 en Cuzco. Qué gusto dejar de coger autobuses compulsivamente... En estos días vemos los alrededores de Cuzco, repletitos de yacimientos y ruinas diversas. A saber: Pisac, que nos decepcionó porque parte del recinto estaba cerrado al público y lo más espectacular eran los bancales y mira, visto un bancal, vistos todos; las fortalezas de Sacsayhuaman y Puka Pukara; las fuentes de Tambomachay... En Cuzco visitamos varios museos, los mejores: el que hay en el interior del convento de Qoricancha y el museo de arte precolombino.

Día 15, volamos al norte, a Chiclayo, la Badajoz de Perú. Fea como ella sola. Hasta en la agencia de viajes dudaron antes de recomendarnos ir a algún sitio y acabaron sugiriendo un parque. No hicimos caso y fuimos al mercado donde descubrimos pasillos enteros con puestos tan locos como éste:

Ovarina para las "enfermedades de la mujer",  Prostasán para la próstata, jarabe, remedios contra la tos, la gastritis... unas maracas, un gato de la suerte...

Pero si hay algo recomendable en Chiclayo es el restaurante "el pescador". Es feo, está en medio de una calle larga y sin ningún interés. Por no tener, no tiene ni letrero en su entrada. Pero ofrece gigantescas fuentes de ceviche con unos chicharrones de pescado de llorar. Y qué arroz...

Día 16, excursión a Huaca Rajada. Visitamos tanto las tumbas del señor de Sipán como varios museos y descubrimos que los mochicas (habitaron en el norte de Perú entre los siglos I-VIII después de Cristo) nos gustan mucho más que los incas. Su vestuario es sencillísimo y su cerámica espectacular, hasta hacían retratos personalizados:

Con un seis y un cuatro, hago tu cara y tu huaco retrato. 

Volvemos a la costumbre de dormir en el autobús y así viajamos hasta Chachapoyas.

Día 17, excursión a los sarcófagos de Karajía y una cueva con estalactitas y estalacmitas que los tour operadores incluyen en el paquete para que la excursión dure un día entero. Quizá la cascada de Gocta, también en las inmediaciones de Chachapoyas, hubiera merecido más la pena.

Día 18, excursión Kuélap, según la Lonely Planet, el segundo Machu Picchu. Y mira, no. Es menos espectacular y no tiene ni llamas ni alpacas paciendo por ahí. Aún así, es muy interesante y aprendemos algo de otra cultura precolombina: los chachapoyas, anteriores a los incas y conquistados por estos en el siglo XV. Por la noche, autobús nocturno destino Trujillo.

Día 19, visitamos las huacas del Sol y de la Luna, de nuestros amigos los mochicas, el museo Moche (pequeñito y simpático, aunque prescindible) y la fortaleza Chan-Chán, que no era ni de los mochicas ni de los incas o los chachapoyas... sino de los chimúes, otro pueblo precolombino del que ya hablaremos con más tranquilidad en otro post. Por la tarde vamos a un pueblo costero cercano a Trujillo: Huanchaco. Dormimos en un hotelito céntrico, Presidente, cuyo dueño, Don Manuel, fue guía turístico y aprovecha cada vez que nos ve para contarnos cosas de los mochicas, de Almagro, de Pizarro, de Alvarado y de más gente que no recuerdo porque a los diez minutos de charla ya desconectaba.

Día 20, vamos a la huaca Arco Iris, modesta en comparación con la de la luna, pero donde vivimos una experiencia místico-surreal de la que ya hablaré próximamente. Por la tarde paseamos por Trujillo con sus palacios coloniales con celosías, sus iglesias barrocas y, por supuesto, su Plaza de Armas. Autobús nocturno de Excluciva (no hubo compañía de autobús que no probáramos) a Lima.

Día 21, paseo por el centro de Lima (adivinad... ¡sí, la plaza de Armas!, ¡palacios coloniales!, ¡iglesias!) y por la tarde compra compulsiva de artesanía en el inmenso mercado indio de Miraflores. Pasamos la noche en el hostal Santa Rosa, céntrico, cómodo y con una dueña hiper encantadora que repartió muffins de quinoa y chocolate en el desayuno para celebrar el día de Santa Rosa de Lima.

Día 22, procesión de Santa Rosa de Lima por el centro, vemos las alfombras de flores y, corriendo, tomamos un taxi al barrio de Barranco, un cruce entre Malasaña y el Borne. Nos comemos un rico ceviche en Canta Rana, un restaurante recomendado por Lonely Planet (aún así, el mejor ceviche fue el de Chiclayo) y esa tarde tomamos el avión de vuelta.

Y vosotros, ¿dónde habéis pasado el verano?, ¿estáis preparados para la horda de posts sobre Perú que se os viene encima?

Los hypes se quedaron sin premio, oh, sí

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Lo confieso. No he visto "Handmaid's tale". Me he leído el libro, y precisamente porque lo he leído estaba esperando a que se me olvidara un poco para ver la serie. Debe ser buena porque ha dejado sin premios a los dos hypes de la temporada: "Feud" y "Stranger things". 

¿Y qué es hype? Dices mientras clavas en mi pupila tu pupila azul... Hype podría traducirse como expectativas, ruido, publicidad...  El término viene de hyperbole y eso implica que tarde o temprano la burbuja estalla y aquello de lo que todo el mundo hablaba resulta que no era para tanto. "Stranger things" fue la serie revelación del año pasado, la que levantaba pasiones. Yo me la vi enterita, por si en algún momento comprendía el porqué de tanta pasión. Me encontré con una serie infantiloide (que no infantil), con tantos homenajes a las películas de los 80 que aquello parecía más bien un copia y pega de tramas que ya había visto antes. Lo mejor, la niña protagonista: Millie Bobby Brown:

Millie, la primera de la izquierda, es una chica muy apañada y aprovechó el vestido de una función de "El lago de los cisnes"

Otra niña-actriz a la que vemos crecer de entrega de premios en entrega de premios en Kiernan Shipka (Mad men) que iba vestida de diosa griega en la próxima entrega de "300". Aunque la que mejor lució los metros de tul fue Thandie Newton (Westworld).

"Feud" ha sido el hype de este año. Jessica Lange y Susan Sarandon haciendo televisión. Interpretando a Joan Crawford y Bette Davis. Una serie de Ryan Murphy (el hombre detrás de Nip/Tuck, American Horror Story, Glee... supongo que, como Leonardo Da Vinci, duerme poco). Normal que hubiera expectativas. Pero Feud es el cartón piedra hecho serie. La sección de testimonios de "La hora chanante" pero con el presupuesto necesario para construir una autopista. Es imposible meterse dentro de una serie donde todo es maquillaje y actores famosos imitando a otros actores famosos. Imagino que en cualquier momento Jessica Lange se va a quitar la máscara y bajo ella va a estar Joaquín Reyes. Eso sí, en la alfombra roja, Lange y Sarandon iban como lo que ellas son: dos señoras estupendas.

Envejecer es una putada. Y envejecer en Hollywood, más aún. En las alfombras rojas se ven a más menores de edad que a mayores de 55 años. Así que los maduros hacen lo que sea para quitarse unos añitos de encima. Y Jane Fonda lo hizo todo. El flequillo, que tapa las arrugas de la frente, hecho. Coleta alta que queda tope juvenil, hecho. Un color vivo y vital, como rosa chicle, hecho. Y, por supuesto, botox, botox como si no hubiera un mañana:

Ariel Winter (Modern family), sin embargo, está deseado dejar de hacer los papeles de adolescente que le tocan. Ella quiere pasar a la siguiente fase, a la de interpretar a mujeres adultas. Por eso se vistió de señora recientemente divorciada que sale a quemar la noche y a ligar como sea. Tampoco Debra Messing (salía en "Will y Grace" hace decenios, ¿qué hace ahora? Ni idea) acertó con un vestido que seguro que vale un riñón pero que parece hecho con tela barata de disfraz.

Envejecer es una putada... a no ser, claro, que seas Michelle Pfeiffer:

No voy a usar ese refrán tan triste de "quien tuvo, retuvo", porque en el caso de Michelle Pfeiffer ella tiene. En presente. Fue la más elegante de la noche con permiso de Gillian Anderson y Evan Rachel Wood.

También iban elegantes, aunque enseñando un poco más de carne, Yvonne Strahovski (the handmaid's tale) y Shailene Woodley (Big little lies). Se pasaron la noche andando muy rectas y aguantando las ganas de estornudar porque en Hollywood puedes enseñarlo todo, menos el pezón. El pezón, siempre tapado:

Shailene se tiñó el pelo esa tarde, en el baño de su casa, con el tono 3 de Loreal. También se peinó ella misma.

Por supuesto, no podía faltar Heidi Klum. Hay dos cosas en la vida que a ella le entusiasman: un fiestón y un buen escotazo. Completó su look con unas pulseras y unos pendientes que compró en un mercadillo durante sus vacaciones en la Riviera Maya.

¿Y ellos? ¿Qué pasa con los actores? Pues que la alfombra roja masculina es un auténtico muermo. Todos uniformados en blanco y negro. Las opciones se reducen a: parecer un camarero, como el bello Joel Kinnaman; arriesgar con algo de color, como Titus Burgess (Unbreakable Kimmy Schmidt); o llevarte a tu rubísimo hijo, que combina con todo, como hizo Liev Schreiber.

Un aplauso por Titus.

Big little lies y Handmaid's tale se lo llevaron todo en las categorías dramáticas, excepto el justísimo premio a mejor guión para Black Mirror. En comedia la cosa estuvo más repartida entre Veep (mejor serie y mejor actriz para Julia Louis Dreyfuss), Atlanta (mejor actor y dirección), Master of None (mejor guión). Me apenó que los actores secundarios de Veep se quedaran sin premio porque si hay algo que me fascina en esta serie, aparte de que consigue mejorar de temporada en temporada, es que tiene un plantel perfecto. Así, con todas las letras. P-e-r-f-e-c-t-o.

Entre ese plantel de actorazos está la niña de "Mi chica", ¿os acordáis de "mi chica"? Pues Anna Chlumsky ha crecido...:

 ...y se ha envuelto en papel Albal.

También envuelta en papel de aluminio, y además con mangas abullonadas, iba Sarah Paulson (American horror story).

Y vosotros, ¿cuáles creéis que han sido los hypes de la temporada?, ¿habéis visto "handmaid's tale"?, ¿es Michelle Pfeiffer de este mundo?, ¿por qué llevaba el bello Alexander Skarsgard ese bigote tan de ministro franquista?


Top five de culturas precolombinas

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Hola, hola, hola...

En los tiempos de Spotify, ¿alguien sigue escuchando la radio musical? Yo no, desde luego. Pero en algún lugar perdido del hipocampo se me ha quedado para toda la eternidad la voz de Joaquín Luqui presentando el top de éxitos de los 40 principales mientras repite compulsivamente sus latiguillos "tú y yo lo sabíamos", "hola, hola, hola", "tres, dos o uno...". Con esa voz de fondo y la misma seriedad os presento un top five de los pueblos que habitaron el antiguo Perú. ¿Quién dijo que la historia es aburrida? Con la voz de Joaquín Luqui de fondo nada lo es.

Top 5. Los Incas.
¿Os pensabais que iban a ocupar el número uno? Pues no. Los incas no son para tanto. Después de pasar 21 días en Perú (porque yo he estado en Perú, que no sé si lo había dicho) y ver entre 15 y 28 terrazas construidas por los incas para cultivar papas acabas cogiéndoles un pelín de manía. Cuando me acabe "La conquista de los incas" de John Hemming (descatalogado, por cierto) y sus 600 páginazas haré un resumen simpático y dicharachero de la conquista del Tahuantinsuyo, es decir, del imperio inca. A modo de avance os puedo de decir que "Juego de tronos" es una reunión de gente dialogante y civilizada en comparación con la conquista. Secuestros, tortura, guerras civiles, batallas a tutiplén y oro, mucho oro.

Top 4. La cultura Chancay.
Lo primero que aprendes al llegar a Perú (además de que choclo es maíz y camote boniato) es que no tenemos ni idea de la compleja historia de Sudamérica. Los incas, esos que sí estudiábamos en el colegio, formaron su imperio en un tiempo relativamente corto. Aunque existían como pueblo desde el año 1200 la gran expansión vino con el inca Pachacutec. A partir de 1430 los incas fueron conquistando gran parte de Perú, Bolivia, Chile, Ecuador y algo de Argentina. Ahí es nada. Uno de los pueblos que sometieron eran los Chancay, que habitaron los alrededores de la actual Lima desde el año 1200 hasta 1470, cuando llegaron los incas a la zona. Los Chancay no tenía nada que hacer frente a ellos. ¿Porque estaban más organizados?, ¿porque eran grandes guerreros? No, porque los Chancay tenían los bracitos demasiado cortos, y así no se puede guerrear:

Cerámica hiperrealista que muestra a un típico hombre Chancay.

Top 3. Los Urus
Así que en 1530, cuando llegan Pizarro y compañía a Perú, el imperio inca estaba en plena expansión... pero no en su mejor momento. La guerra civil entre dos candidatos al trono, Atahualpa y Huascar, dividía a los incas. Además, los españoles contaban con superioridad militar gracias a los arcabuces y los caballos y una ayuda extra, invisible, que ninguno de los bandos supo identificar en su momento: el virus de la viruela. El virus que trajeron desde Europa diezmó la población india.

Menudo panorama. Algunos pueblos que tenían ganas a los incas desde antes, se unieron a los españoles; otros lucharon del lado de los incas. Había que elegir bando... O no. Los Urus vivían en las orillas del lago Titicaca y cuando llegaron los conquistadores optaron por refugiarse dentro del lago, construyendo islas hechas de totora, una especie de caña que flota en el agua.

Las islas flotantes y las barcas hechas de totora pueden verse a día de hoy ya que algunos descendientes de los urus aún viven en las islas, muy pequeñas, con apenas 4 o 5 cabañas hechas de... sí, lo habéis adivinado, ¡totora! Como os podréis imaginar, la visita se ha convertido en una especie de parque temático, pero las barquitas son un primor.


Top 2. Los Chachapoyas 
Si este nombre os hace gracia, que sepáis que también existe una cultura Chiripa y otra llamada Chimú con una capital llamada Chan Chan. Pero a lo que íbamos: los Chachapoyas. Ellos vivían en el norte de Perú, en la zona que actualmente es el departamento de Amazonas desde el año 800 después de Cristo hasta que, oh sorpresa, en el siglo XV llegan los incas. Por su situación, rodeada de bosques y montañas, los chachapoyas estaban bastante aislados, eso hizo que el resto arqueológico más importante de esta cultura, la fortaleza de Kuélap, no se descubriera hasta 1843.

¿Un decorado de la próxima temporada de "Juego de tronos"? No, Kuélap.

Kuélap está lejos de narices. Se llega desde la actual ciudad de Chachapoyas, después de tomar un autobús y un teleférico que se inauguró hace un año. Se desconocen los motivos por los que los chachapoyas abandonaron Kuélap, de la misma forma que se desconoce porqué los incas abandonaron Machu Picchu. Y eso es lo mejor de Perú, que aún hay mucho por descubrir.

Top 1. Los mochicas
Tú y yo lo sabíamos, top one para la cultura moche.

Ocuparon la costa norte de Perú entre los años 100 y 700 después de Cristo. Algunos de los yacimientos arqueológicos más importantes de este pueblo se descubrieron hace nada. La tumba del señor de Sipán, por ejemplo, se excavó en 1987. La gente de la zona sabía de su existencia y acudía allí a rezar, al considerarlo un lugar sagrado. También había huaqueros, saqueadores, que se llevaban piezas de cerámica para venderlas en el mercado negro, por algo los mochicas eran ceramistas expertos e hiperrealistas (pero de verdad, no como los Chancay). Las costumbres y creencias mochicas eran el germen de futuras culturas de la zona: construían barcas de totora para pescar, formaron una sociedad jerarquizada y dominada por los sacerdotes y los guerreros, eran especialmente diestros con la fabricación textil y la orfebrería, adoraban al sol y la luna, veneraban a sus muertos y hacían sacrificios humanos.

Cuidadito con enfadar a Aiapaec, el dios creador, el temido y adorado, el decapitador.

Como luego hicieron los incas y muchos otros pueblos, los moche querían aplacar a los dioses para que no les mandaran ni tormentas, ni terremotos o sequías. Algún motivo debía haber para esos cambios climáticos tan drásticos. Algo debían haber hecho mal. Así que organizaban una pelea ritual entre guerreros y, al que perdía, le cortaban la cabeza y lo sacrificaban a los dioses. Así estuvieron unos cuantos siglos hasta que los mochicas pasaron por una mala racha. Pero mala de narices. Lluvias torrenciales que destrozaron sus edificios, seguidas de sequía que arruinaron las cosechas más unos cambios en las corrientes marinas que les dejaron sin pesca. El pueblo se rebeló, ¿para qué habían servido tantos sacrificios si los dioses no escuchaban? Y ése, amigos, fue el final de los moche.
 
Un saludo para ellos, un besito para ellas, sigue bien, happy, happy.

Ahora que lo pienso... Si era un honor que te sacrificaran ante los dioses, ¿por qué sacrificaban al que perdía la pelea?, ¿no sería al revés?, ¿no vale más sacrificar al más valioso, al que ha ganado?, ¿vosotros qué pensáis?

Despacito, mojito, suave-suavecito

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Hace unos meses mi amigo Antonio me pedía que escribiera en éste vuestro blog sobre la letra de una famosa canción del verano que seguro todos conocéis. Y, de repente, hete aquí que estamos en octubre y yo todavía no he publicado el post en cuestión. Así que, antes de que lleguen las lluvias y el frío (que digo yo que en algún momento llegarán), aquí va el artículo prometido.

Pensaréis que la famosa canción del verano de la que voy a hablar es "Despacito", por algo ha triunfado tanto, pero tanto, que he llegado a escucharla en versión orquesta de pueblo en las fiestas de Arequipa (Perú, que no sé si he comentado que yo he estado en Perú este verano). Si analizamos "Despacito" como analizábamos las poesías en las clases de lengua y literatura, descubrimos que usa varios tipos de rima: asonante y consonante. Lo segundo es fácil. Ya nos lo enseñó Gloria Fuertes con esas rimas míticas: "la vaca Paca se ha quedado flaca". Pero aún puede ser más fácil, para qué buscar palabras que acaben igual, usemos diminutivos, y listo:

Pasito a pasito, suave, suavecito 
Nos vamos pegando poquito a poquito
 
Para no abusar del recurso, también se puede rimar con gerundios:

Si te pido un beso, ven, dámelo 
Yo sé que estás pensándolo 
Llevo tiempo intentándolo 
Mami, esto es dando y dándolo

Arriesgando y a lo loco, en "despacito"  también le dan a la rima asonante:

Déjame sobrepasar tus zonas de peligro 
Hasta provocar tus gritos y que olvides tu apellido

"Despacito" está compuesta por (redoble de tambores) tres compositores, ¡tres! De ahí esa complejidad en la mezcla de rimas. Shakira, autora de grandes clásicos de la composición contemporánea como aquel "menos mal que mis pechos son pequeños y no los confundes con montañas", dedica una canción a su pareja, el futbolista Gerard Piqué, y escribe esto:

Mira que cosa bonita
Que boca más redondita
Me gusta esa barbita

Y luego sigue con:

Un mojito, dos mojitos
Mira que ojitos bonitos
Me quedo otro ratito

Por supuesto, no puede faltar el momento rima con gerundios y, si no cuadra bien con la música, unos oh-ohs, unos ah-ahs, y listo:

Lo único que estoy diciendo
Vayámonos conociendo
Es lo que está proponiendo, oh oh, oh oh
Nos vamos entusiasmando
Todo nos va resultando
Qué bien lo estamos pasando, oh oh, oh oh

Pero ninguna de estas dos canciones es la que mi amigo A. quería que analizara. Él estaba fascinado con "felices los cuatro" de un chaval que por lo visto es una auténtica celebridad en las Américas. Se llama Maluma:

Y siempre posa igual.

"Felices los cuatro" empieza como está mandado. Con mucho gerundio:

Apenas sale el sol y tú te vas corriendo
Sé que pensarás que esto me está doliendo
Yo no estoy pensando en lo que estás haciendo
Si somos algo y así nos queremos

Vemos que la canción trata el tema del que hablan toooodas las canciones latinas veraniegas: el amor. Amor sabrosón, amor sudoroso, amor canalla, que dé pie a que la gente perree en la oscuridad de la discoteca de turno:

Si conmigo te quedas
O con otro tú te vas
No me importa un carajo
Porque sé que volverás

En este caso, parece que la chica pasa un poco de Maluma, que ella está viendo a otro chico, y él se hace el duro, como todo buen solista latino. Ya veréis cómo al final de la canción ella vuelve a él porque los solistas latinos son como James Bond, siempre vencen.


Y si con otro pasas el rato
Vamo' a ser feliz, vamo' a ser feliz
Felices los cuatro

¿Cómo?, ¿qué ha dicho? No entiendo, ¿esto no era un triángulo?, ¿cuatro?, ¿por qué dice cuatro?

Y agrandamos el cuarto

Esto sí que es un giro. Que Maluma se estaba haciendo el duro porque él también estaba con otra y le dice a la chica que se junten todos: él y ella, y sus amantes respectivos, que será por metros cuadrados.

Y si con otro pasas el rato
Vamo' a ser feliz, vamo' a ser feliz
Felices los cuatro
Yo te acepto el trato

Esto sí que es una novedad, la canción del verano se ha renovado y ahora no canta al amor sino... ¡al poliamor!

Tatuado o sin tatuar. Afeitado o con barba de tres días. Rapado o con tupé... pero siempre con el dedito en la barbilla.

Y vosotros, ¿os consideráis capaces de componer una canción de éxito mundial a base de rimar con diminutivos y/o con gerundios?, ¿qué canción detestáis más: "despacito", "me enamoré" o "felices los cuatro"?, ¿por qué Maluma posa siempre igual? 

Los incas, la miniserie

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La semana próxima se estrena "Oro", la nueva película de Agustín Díaz Yanes basada en la expedición de Lope de Aguirre buscando El Dorado. El mismo episodio inspiró "Aguirre o la cólera de Dios" de Herzog, "El Dorado", de Saura, y un buen montón de novelas y hasta obras de teatro. La búsqueda de oro obsesionó a los conquistadores españoles, luego a los colonos ingleses que emigraron a Estados Unidos y, por lo visto, también a los productores de cine actuales. Y, sin embargo, la época de la conquista está repleta de episodios cinematográficos, fascinantes. Muchos contados en esta maravilla:

Seiscientas paginazas, aviso.

"La conquista de los incas", de John Hemming, lo podréis encontrar en bibliotecas porque... oh, desgracia, su edición en castellano está descatalogada. Aquí tenéis tres episodios que se merecen una super producción, en formato miniserie o en lo que surja.

El secuestro de Atahualpa

Francisco Pizarro se asocia con Hernando de Luque y Diego de Almagro para explorar las tierras de la costa oeste de Sudamérica. Pizarro encabeza una expedición de más de dos años por una tierra desconocida, comiendo poco o nada, sin antibióticos, sin automóviles, sin un techo bajo el que dormir. Ellos intuían que debía existir un imperio similar al azteca en la zona, ya que iban encontrándose con indígenas que lucían joyas de oro. Cuando llegan al Tahuantinsuyo (el imperio inca) deciden seguir las mismas tácticas que llevaron a Hernán Cortés a conquistar el imperio azteca, a saber: el ataque por sorpresa y el divide y vencerás.

Lo segundo es bien fácil, el imperio inca se encuentra en ese momento en plena guerra civil entre dos hermanos candidatos al trono: Atahualpa y Huáscar. Por el momento iba ganando el primero, el segundo se había replegado, pero seguía vivo. Organizan un encuentro en Cajamarca con Atahualpa. El inca, sin contacto alguno con los aztecas, y feliz después de su victoria contra Huáscar, estaba tan tranquilo, había oído hablar de esos hombres raros con barba, pero no le preocupaban lo más mínimo. Pizarro y los suyos, sin embargo, pasan la noche previa al encuentro muertos de miedo. Ellos sí saben que se enfrentan a un imperio, que están en tierra extranjera y que son menos.

Atahualpa entra en Cajamarca con un séquito de tres mil personas, exhibiendo su poder de monarca absoluto, representante del Dios Sol. A su encuentro salen el fraile Valverde y un intérprete, que traduce el requerimiento, un documento que los conquistadores estaban obligados a leer ante los indígenas para solicitarles su conversión. Hoy nos parecerá todo una excusa muy burda para quedarse con las tierras, el oro, la plata y esas cositas... pero era la justificación moral de la conquista y avalada por el Papa, ni más ni menos. Por supuesto, Atahualpa no entiende a qué viene aquello y cuando Valverde le ofrece una biblia, la arroja al suelo.

Pizarro y los suyos están escondidos en puntos estratégicos de la plaza de Cajamarca. Atacan por sorpresa, al grito de "¡Santiago!". Son muchos menos que el séquito del inca pero cuentan con armaduras, arcabuces y caballos. Matan a los acompañantes del inca y secuestran a Atahualpa, quien ofrece a cambio de su libertad un rescate en oro y plata. Pasan meses hasta que se reúne el rescate y, mientras tanto, Atahualpa se las apaña para dar órdenes a los suyos, a los que manda matar a Huáscar. Deja pasar así una oportunidad de reunir fuerzas incas para enfrentarse a los conquistadores, pero es que él siempre pensó que su enemigo era Huáscar. Estar secuestrado es aburrido y Atahualpa  aprende castellano, hace buenas migas con Hernando Pizarro y echa las horas muertas jugando al "taptana", un juego de mesa inca similar al ajedrez.

Por veinte soles, quince si regateas, te llevas a casa un ajedrez de incas contra conquistadores.

Llega el rescate y toca tomar una decisión: ¿qué hacer con Atahualpa? Son más los que prefieren eliminar al inca, entre ellos el propio fraile Valverde. Sin el inca no hay poder capaz de unificar a su pueblo (recordemos el "divide y vencerás") y así podrán elegir ellos como su sustituto a alguien de la familia real a quien poder manipular. Francisco Pizarro aprovecha la ausencia de su hermano Hernando, de viaje a España, para organizar un Consejo de Guerra contra Atahualpa, al que se acusa de idolatría, poligamia, incesto... Se le condena a muerte y se aplica el garrote. Supongo que en ese momento, antes de que le ahogaran, Atahualpa se dio cuenta de quién era el auténtico enemigo.

Episodio 2: Las 550 páginas de Bartolomé de Las Casas

La ejecución de Atahualpa fue todo un escándalo en la Corte. Una cosa era matar a los indios a lo loco, y otra cosa ejecutar a un "señor natural", es decir, a quien ostentaba el poder. Es el siglo XVI y nacer aristócrata siempre suponía un plus, fueras azteca, inca, inglés o de Barbate. Además, había un tipo que llevaba años dando la matraca con que había que tratar bien a los indios: Bartolomé de las Casas. Este sacerdote se había ordenado en la actual Santo Domingo y había visto de primera mano cómo los colonos explotaban como esclavos a los indígenas. Las Casas escaló puestos en la jerarquía, llegó a ser Obispo de Chiapas y sus ideas, apoyadas por la orden de los dominicos, llegaron a la Corte.

En 1550 Carlos V ordena que cese la conquista hasta que decidan si es justa o no y reúne en Valladolid a los representantes de las dos corrientes de pensamiento: Las Casas y Juan Ginés Sepúlveda. Es verano. Hace un calor de narices y Las Casas se presenta ahí con un tratado de (atención) 550 páginas, que lee en cinco días consecutivos. Venía a decir que todos los hombres del mundo tienen los mismos sentidos y deseos y que las razas de la Indias no eran naturalmente esclavas.

Sepúlveda, por su parte, defendía que la cultura española del siglo XVI era más evolucionada que la de los indígenas (que ni conocían la religión "verdadera", ni la escritura, ni la rueda) y que gracias a la conquista podían adquirir tanto la fe cristiana como sus avances en otras materias. Además, ciertas costumbres de los indios, como el incesto o el canibalismo (éste último no lo practicaban los incas, pero sí los aztecas y algunas tribus amazónicas) iban contra el derecho natural. Las Casas respondió que:"nosotros mismos, en nuestros antecesores, fuimos muy peores, así en la irracionalidad y confusa policía como en vicios y costumbres brutales por toda la redondez desta nuestra España". Vamos, un debate igualito a los de "Al rojo vivo".

Finalmente se concluyó que debían actualizarse las Leyes de Indias y se instauró un cargo, el de "protector de los indios". Por supuesto, la realidad de la vida en las Américas poco tenía que ver con los deseos de los estudiosos, pero todo este debate ocurrió muchos siglos antes de que ni siquiera existiera el concepto de los derechos humanos.

Episodio 3: Titu Cusi Yupanqui, el listo, versus Tupac Amaru, el breve

1560. Todo el Tahuantinsuyo está ocupado por los españoles, ¿todo? ¡No! Una aldea poblada por irreductibles incas resiste al invasor. En Vilcabamba, en medio de la selva, está el inca Titu Cusi Yupanqui con algunos de los suyos. Tras algunos enfrentamientos, llega a un acuerdo con el virrey y deja que entren misioneros en sus dominios. En principio los trata bien y hasta se bautiza. Los misioneros piensan que han logrado su objetivo pero la realidad es que Titu Cusi está ganando tiempo, se ha bautizado para ganarse su confianza, pero sigue con sus prácticas polígamas y con unas eternas negociaciones diplomáticas gracias a las cuales consigue mantenerse en el poder y que los españoles no le ataquen. Hasta el día en que Titu Cusi muere de golpe, por culpa de una pulmonía. Su gente inmediatamente sospecha de los misioneros, a quienes acusan de envenenamiento, y los matan.

El nuevo virrey, Francisco Álvarez de Toledo, se entera de lo sucedido y decide que se acabaron las zarandajas diplomáticas, ordena la invasión de Vilcabamba y la captura del nuevo inca: Túpac Amaru. Éste huye junto a su hermana-esposa, a punto de dar a luz, y se internan en la selva. Finalmente son apresados y llevados a la ciudad de Cuzco.

Túpac, vestido de sport.

Túpac Amaru es juzgado por la muerte de los misioneros y declarado culpable. Se instala un patíbulo frente a la catedral, en la actual plaza de Armas de Cuzco. Toda la ciudad: indígenas, colonos, mestizos, esclavos... se echa a la calle. El prisionero baja por la calle principal, escoltado por los guardias, cuando se asoma a una ventana su hermana de padre, María Manrique Cusi Huárcay, que llevaba años viviendo en Cuzco. La aristócrata levanta la voz y dice: "¡A dónde vas, hermano, príncipe y rey único de los cuatro Suyos!". Túpac asciende al patíbulo y alza el brazo. Se hace el silencio en la plaza. Según el inca Garcilaso y otros cronistas, Túpac Amaru dice: "aquí estáis de los cuatro suyos, sabed aquí que soy cristiano y me han bautizado y quiero morir en la ley de Dios, y tengo que morir. Y todo lo que hasta aquí os hemos dicho yo y los incas mis antepasados, que adoráseis al Sol, Punchao y las huacas, ídolos, piedras, ríos, montes y vilcas, es mentira. Porque no hablaba, sino nosotros, porque es un pedazo de oro y no puede hablar". Otros cronistas, sin embargo, afirman que sus últimas palabras fueron: "lustre Pachacámac (dios creador inca), atestigua cómo mis enemigos derraman mi sangre". Llamadme mal pensada, pero me creo más la segunda opción, me da en la nariz que la primera era propaganda evangelizadora... De todas formas, cualquiera de las dos es un final que ríete tú de "Braveheart".

Entre las 600 páginas de "La conquista de los incas" hay más episodios. Hay una guerra civil entre los partidarios de Almagro y los de Pizarro que acaba con el asesinato de éste último; hay un inca, al príncipio títere de Pizarro, que acaba rebelándose y que responde al bonito nombre de Manco Inca; hay batallas sangrientas que acaban porque se aparece la Virgen María...

Y vosotros, ¿qué episodio de la conquista de los incas querríais ver en formato miniserie?


Querida NASA

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Tienes nueve años. Te llamas Jack. Te gustan los videojuegos y las películas de ciencia ficción. Si un adulto te pregunta que qué quieres ser de mayor, respondes que astronauta. Así que cuando te enteras de que la NASA busca personal para proteger a la Tierra de contaminación alienígena te dices: "tate, esto es para mí". Así que coges y escribes una carta a la NASA solicitando el empleo:

Puede que tenga nueve años pero creo que soy el adecuado para el trabajo porque mi hermana dice que soy un extraterrestre.

¿Qué es más adorable: encabezar una carta diciendo "querida NASA" o empezar con una letra grande y clara y darte cuenta de que ya no te cabe todo lo que ibas a poner y acabar apretujando las letras o firmar como "guardián de la galaxia"?

Jack ignora que el trabajo no es tan emocionante como podría parecer. En realidad consiste en viajar a las sedes espaciales de la NASA y cerciorarse de que todo está limpio como la patena para evitar contaminación. Protegernos de los alienígenas, sí... pero de los gérmenes alienígenas. Los señores de la NASA podrían haber hecho como los departamentos de recursos humanos de cualquier gran empresa cuando les llegan demasiadas solicitudes de trabajo: no contestar. Pero optaron por esto:

Estudia duro Jack y cuando tengas 25 años y un doctorado en astronomía, nos llamas.

Ojalá dentro de unos años nos enteremos de que el guardián de la galaxia, el que nos protege de los microbios extraterrestres, es Jack Davis. Estaremos en buenas manos.

Pero si, como yo, sois de letras puras, y ver la serie "Cosmos" entera ya os dejó las neuronas temblando, quizá una carrera en el mundo de la astronomía no sea lo más adecuado. Mucho mejor dedicarse a algo sencillo y hermoso:



Sí, hay un oficio que consiste en acariciar a crías de oso panda. Y no sólo eso... es que además te pagan a ti por hacerlo, no al revés. Y pagan bastante bien. El único inconveniente es que hay que trasladarse a Sichuán, en China. Pero eso no importó a ninguno de los cien mil candidatos que se presentaron.

Ah, ¿que eres un ser insensible que no segrega serotonina como un descosido en cuanto ve a un cachorro de oso panda?, ¿qué eres, un alienígena de los que nos quiere proteger la NASA? Quizá, entonces, prefieras otro tipo de trabajo. Por ejemplo, dedicarte profesionalmente a ver mundo. Viajas, grabas unos simpáticos videos contando tu experiencia, lo subes a internet y a vivir. La mala noticia es que alguien ya ha tenido la idea y ya se está forrando con ello. Se llama Alan, es mexicano y casi tan encantador como un osezno panda:


Amanesió nubladón, pero bien poco que nos importa, Alan, porque tú eres el sol de México, no más.

Alan, llévame contigo, háblame con ese acento tan chévere, repartámonos los dividendos que deben darte los millones de visitas que tienen cada uno de tus videos... ¡Cómo!, ¿que tampoco os convence Alan?, ¿es demasiado joven?, ¿demasiado mayor?, ¿o sois de esas extrañas gentes que detestan viajar porque en el extranjero comen cosas distintas y hablan distinto e incluso tienen una moneda distinta? De verdad qué quisquillosos que sois. Probemos con éste último empleo perfecto por el que cualquiera mataría. Pero antes, una pequeña introducción. Mi amiga O. comparte piso con una colección de extranjeros con quienes podría protagonizar un anuncio de Benetton, a saber: una griega, una argentina, una japonesa... Pues bien F., la griega, tiene una prima que vive en una islita y que ha estudiado un módulo de maquillaje (tranquilos, que ya llego al meollo del asunto, no os impacientéis). La prima de F. tuvo suerte y no sólo consiguió prácticas después de acabar los estudios, sino prácticas en una película de Hollywood que iba a rodarse en su isla. La película era "Snatch, cerdos y diamantes" y el trabajo de la prima de F. consistió en untar con aceite el torso de Brad Pitt durante cada día que duró el rodaje de la película.

Y vosotros: ¿cuál sería vuestro trabajo soñado?, ¿abrazapandas?, ¿untadora de aceite en el pecho de Brad Pitt?, ¿guardián de la galaxia?, ¿o viajero por el mundo junto a Alan?, ¡votad!

Gente molona V: Tesa Arranz

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Me muero de ganas porque se acerque un platillo volante a mi ventana y salgan sus tripulantes y me lleven con ellos. Adoro a los extraterrestres.

Quizá penséis que esto lo ha dicho el adorable Jack, el futuro guardián de la galaxia. Pero no. Lo ha dicho Teresa Arranz, una mujer de casi sesenta años, pintora con una fijación por los extraterrestres, sus musos a los que dedica casi toda su obra.

Pero Teresa Arranz no es famosa por su trabajo pictórico. De hecho, sus cuadros no están a la venta. Para recordar quién es ella hay que acortarle el nombre y quitarle el apellido. Es Tesa, la de los Zombies. Los que recordéis al grupo también recordaréis que sólo sacaron dos discos, su líder, Bernardo Bonezzi, dejó la banda y se dedicó a otros menesteres. Muchos lo seguirán recordando por su carrera como compositor de bandas sonoras, desde las primeras películas de Almodóvar, Urbizu y Díaz Yanes hasta la sintonía de... ¡Farmacia de guardia!

Tesa no era compositora como Bonezzi. Cantaba lo justito. Y bailar... bueno, bailaba así:


La próxima vez que oigáis hablar del baile de San Vito ésta es la imagen que se os vendrá a la mente.

Tesa no hacía nada en concreto, pero llamaba la atención. Era todo un personaje y, sin saberlo, la esencia de eso que ahora llamamos la movida pero que ella vivió como una etapa más de su vida a la que se entregó en cuerpo y alma porque en el instituto se aburría mucho. Así que un buen día cuando Tesa aún estaba en COU, se va con su amiga Edurne a conocer al grupo de amigos de su primo, entre ellos se encuentra Miguel Ordóñez, futuro miembro de Los Zombies, todos van al Rastro y:

a lo tonto terminamos en su casa haciendo un ménage à trois Edurne, Miguel y yo.

Mientras vosotros, insípidos mortales, cuando vais al Rastro lo más extremo que os puede pasar es que a lo tonto acabéis yendo de cañas y a lo tonto lleguéis a vuestras casas borrachos cuando solo son las cinco de la tarde, Tesa, a lo tonto, acaba haciendo un ménage à trois.

De la mano de Miguel Ordóñez, Tesa y su amiga entran en el círculo de la movida, conocen a Will More (protagonista de "Arrebato"), al pintor Ceesepe... y a Bernardo Bonezzi, que las ve bailando en una discoteca y las invita a unirse a Los Zombies como go-gós. Ellas, por supuesto, dicen que sí.

Nosotros, desde la comodidad del 2017, sabemos que la cosa iba a acabar mal más pronto que tarde. Y, efectivamente, Edurne, la amiga de Tesa, se enamora de un tal Kiwo, yonqui que la arrastra hacia la heroína. En los ensayos de Los Zombies, Edurne se dedica a vomitar por las esquinas y la echan del grupo. Tesa se queda sola, lo da todo en los conciertos y también en el día a día:

Total, que acabé siendo imprescindible en el grupo sin hacer nada; bueno, sí, haciendo el gilipollas. Me movía en los conciertos sinuosa, ponía caras, agitaba los brazos, mucho glamour de pega. Lo que sí es verdad es que Bernardo, cuando componía una canción, me pedía opinión y yo le decía que era divina, aunque no me gustara nada. Y eso a él le subía la tensión, era muy inseguro, y si no le decía que el tema era divino se venía abajo.

 Bernardo Bonezzi y Tesa Arranz, jovencísimos, monísimos.

Logran fichar con una discográfica importante y su sencillo "Groenlandia" es todo un éxito. Pero en esa época las discográficas reparten muy poco de los beneficios y Tesa nunca llega a disfrutar realmente de ingresos importantes. De hecho, sigue viviendo con sus padres, deja la carrera de Derecho y se dedica a divertirse a fondo. A las anfetaminas que ya consumía en su adolescencia se suma absolutamente todo lo demás: cocaína, heroína... Conoce a Almodóvar, a Carlos Berlanga, a Fabio MacNamara, a Ana Curra, a Alaska, a Paloma Chamorro. Tesa lo prueba todo y los conoce a todos:

Almodóvar, siempre a la sombra artística de Fabio, hasta que se cansó de él. ¡Lo que ha chupado de Fabio ese hombre! (...) Y fue Fabio quien le dio todo, Fabio inspiraba a una mosca muerta, lo tenía y lo tiene todo. Me iría con él ahora mismo a un monte desierto.

Tesa conoce a toda la movida y a parte de ella la conoce también en el sentido bíblico. Entre flirteos, noviazgos, ménages à trois y rollos de una noche con músicos varios (incluidos un miembro de The Clash) mi favorito es éste con los hermanos Cano, sí, los de Mecano:

El asunto con los hermanos Cano fue la monda, ay, la que se lió. Le gustaba al pequeñito de los Mecano, a Nacho, y a mí me parecía horroroso y me propuse joderle un poco porque me caía muy gordo. Total, que me lo llevé por ahí y acabamos en la cama y a la medianoche le dije: “Tío, no me das la talla, vete a tu casa”, y lo largué así. Y llamó al hermano, indignado y lloriqueando, diciéndole que le había echado de casa, vamos, era para abofetearlo, y al rato llegó el hermano y se lo llevó.

A estas alturas todos os estaréis imaginando que la energía y la inconsciencia de Tesa no podían ser producto sólo de la politoxicomanía. Y tenéis razón. A los 21 años se come todos los tripis que le trae un amigo de Amsterdam y entra en una fase maníaca que le hace plantearse que a lo mejor sufre la misma bipolaridad que habían sufrido su padre y su abuelo (¿no lo habías sospechado antes, Tesa, reina?). Tesa desaparece de la escena de la movida, pasa por momentos de euforia y otros de depresión y entre subidas y bajadas a los 27 años tiene una revelación mística. Sí, habéis leído bien: mística.

Llegué a un estado especial siguiendo la vida de Santa Teresita de Jesús, haciendo su mismo camino, siguiendo su ascetismo, sus lecciones de humildad, para que sea Dios el que te levante, renunciando a uno mismo, al puto ego. Tú no eres nada y Él lo es todo. Llegué a no ser nada y me absorbió el todo y ahí sentí una llaga de amor que me penetró en el alma a palo seco, sin tomar ninguna droga, y el corazón me ardía. 

En esos mismos años, no sé muy bien si antes o después del momento místico (es probable que Tesa tampoco lo sepa), se enamora de Eduardo, un hombre tan desequilibrado que, en comparación, Tesa parece una balsa de aceite. Eduardo forma parte de una secta que Tesa se toma a pitorreo y cuando cuatro gallinas de la granja de la secta se mueren, Eduardo culpa a su novia por sus "malas vibraciones". Tesa se marcha y no vuelve a ver a Eduardo aunque está convencida de que se ha quedado embarazada de él. Cuando llega a Madrid queda con un amigo, Jorge, de profesión estadístico, se enrolla con él y, nueve meses más tarde, tiene a su hijo a quien le cuenta que tiene dos padres:

Yo sentí que me había quedado embarazada después de follar con el estadístico, con lo cual mi hijo es producto del empujón que dio el semen del segundo hombre, Jorge, al semen del pirado de Eduardo. El caso es que el niño salió divino y ahora tiene 25 años muy salados, es sociólogo, politólogo y toca muy bien la guitarra.

Tesa consigue dejar las drogas y encauza toda esa energía desatada en pintar cuadros de extraterrestres (quinientos) y en escribir poesías, novelas, ensayos... o lo que surja. Y sigue buscando el amor. De hecho, apareció en First Dates buscándolo sin mucho éxito.


Sólo espero que los redactores del programa se hayan fijado en ella y le haya ofrecido un formato adecuado: un reality. Yo, al menos, me muero por ver cómo pasa la Navidad Tesa junto a su familia y a su hijo el politólogo con dos padres.

Si queréis saber más sobre ella y esa época tan excesiva, casi tanto como la propia Tesa, leed esta semblanza de Germán Pose. No tiene desperdicio. 

Y vosotros, ¿conocíais la vida y peripecias de Tesa Arranz?, ¿la veríais en formato reality al estilo "Alaska y Mario" o más bien tipo "keeping up with the Kardashians"?

Sobrevivir a la cena de Nochebuena, el drinking game

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Llega esa época llena de buenos deseos, canciones de Mariah Carey, especiales de José Mota, luces a tutiplén y tarifas elécticas desmesuradas a fin de mes. La tradición llama a estos días Navidad y, los que vivimos en el centro de Madrid, sabemos que es una época que cada año se amplía un poco más. Cada año los supermercados ponen a la venta los turrones un poco antes, cada año se hace más difícil transitar por Sol y alrededores unas semanas antes de lo previsto. A este paso la Navidad acabará el día 8 de enero y empezará el día 15. De enero.

El espíritu navideño es como la fe o el metabolismo de las top models: se tiene o no se tiene. No hay más. Y los que carecemos de espíritu navideño somos tan siesos que no ponemos ni siquiera el típico nacimiento seudoelegante presidiendo el salón. No ponemos nada. Ni siquiera compramos una flor de pascua. Por supuesto, no adornamos ningún árbol ni colocamos un enorme belén con pastores, ángel anunciador, reyes con camellos y lavanderas al lado de un río hecho de papel Albal. 

Si algún año me animo a poner un belén, será con la esperanza de que acabe así:

Según los evangelios apócrifos, al portal de Belén no acudieron unos reyes magos de Oriente, sino un gato gigante.

O así:
Sin embargo, un evangelio extracanónico asegura que quien recibió el anuncio del arcángel Gabriel no fue la Virgen María, sino un gato atigrado, que fue quien dio a luz al niño Jesús.
 
Aunque conociendo el carácter de mi gato, lo más probable es que acabara así:

Venid y adoradme, humanos inferiores.

Si os pasa como a mí y la Navidad os da una pereza cósmica (si tuviera un grupo de rock, lo llamaría así: "Pereza cósmica"), no os preocupéis. He encontrado una manera de sobrevivir. No es muy original: a este invento revolucionario lo llaman alcohol.  Se trata de beber con excusa, no porque tú quieras, que si por ti fuera beberíais agua del tiempo... es porque lo manda el juego, en concreto el drinking game de la Nochebuena 2017:

Las cenas de Nochebuena son como un gigantesco déjà vu: ¿no había visto ya este especial de los Morancos antes?, ¿cuál era el cava que me gustaba: Anna de Codorniú o el Cordón Negro de Freixenet?, ¿cómo hacía para pelar los langostinos sin que ese misterioso líquido que tienen dentro me saltara al ojo? Todos los años las mismas dudas, las mismas conversaciones, los mismos programas en televisión. Pero en este 2017 vamos a innovar, aplicando los drinking games de Eurovisión (¿alguien podría aguantar una emisión completa de Eurovisión sin alcohol?, lo dudo) a la Navidad. Ya veréis como así disfrutáis más de la velada. De la resaca del día 25 no me responsabilizo.

Y vosotros, ¿sois de belén, de árbol o de nada en absoluto?, ¿qué añadiríais al drinking game?, ¿qué es el líquido ése que hay dentro de los langostinos?


La alfombra (negra) de los Globos de Oro

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Va a ser verdad que el negro garantiza la elegancia. Anoche se entregaron los Globos de Oro y todos (menos alguna que otra despistada) acudieron de negro como forma de sumarse al movimiento Time's up de protesta contra los abusos sexuales. Podríamos entrar en una discusión sobre si los eventos cinematográficos son sitio para reivindicaciones, sobre si muchos de los que ahora se suman a la iniciativa han sido cómplices (cómplices, ojo, que no víctimas) de abusos de poder y en su momento se callaron porque les convenía y ahora se visten de negro porque también les conviene, sobre si esto es una lucha real y seria o puro postureo. Os dejo el debate para los comentarios o, incluso, para un artículo dedicado exclusivamente a analizar el tema en condiciones. Porque éste es el clásico post frívolo sobre trapos. Y está difícil el despelleje con tanto color negro… difícil, pero no imposible.


¿Capa de tul y plumas? ¿La Doris Day de las películas con Rock Hudson se ha merendado a Angelina Jolie? Alicia Vikander también se equivocó de película, ella iba de institutriz victoriana que llega a una mansión lúgubre donde pronto empezará a oír voces y ver fantasmas. Lo mismo ésa es la sinopsis de su próxima película y ha robado el vestido para venirse a los Globos de Oro.

El negro es elegantísimo y además adelgaza, vale, sí, pero también es un poco soso. Y como además hayas nacido con horchata en las venas, el resultado es éste:

ZzzzZzzzzZzzzzzzZzzzz

Imaginad una película protagonizada por Kit Harington y su eterna cara de estar a punto de quedarse traspuesto y Dakota Johnson y su eterna cara de estar haciendo memoria porque algo se le olvida camino del súper. Qué pereza estos dos. Podríamos añadir a Michelle Williams, otra persona que necesita una donación de sangre rápidamente. Aunque decir que tienen "horchata en las venas" no me parece lo más adecuado. La horchata es dulce, tiene sabor, sería mejor decir que tienen agua en las venas, o leche desnatada, o esa bebida que a nadie en su sano juicio le puede gustar: la tónica. Kit, Dakota, tenéis tónica en las venas. Sonreíd un poco, que parezca que tenéis ganas de vivir. Aunque si hay alguien que no disimula que a ella los festivales, las presentaciones, los eventos, las fiestas y todo lo que huela a diversión le repugna es Isabelle Huppert. Vanity Fair hizo un riguroso estudio al respecto y contabilizó veinte veces (¡¡¡20!!!) en las que Isabelle no quería estar: ni Cannes, ni Los Ángeles, ella prefiere su casa en pantuflas.

A Isabelle no la anima ni estar cerca de estos dos ejemplares:


Probablemente estéis tan deslumbradas por las hechuras de Chris Hemsworth que no os habéis dado cuenta de que lleva un traje de brilli-brilli con un dibujo de flores. Muchachos, si vuestro traje podría ponérselo Messi en el Balón de Oro, mal.

En cuanto a Ewan, tengo sentimientos encontrados. El 2017 no es el año de la turra del Procés, ni el año del cambio climático, ni el año de "Velaske, soi guapa?". Es el año en que Ewan nos rompió el corazón a todas. Un poco más a su mujer desde hace 22 años, de acuerdo, pero también a todas las fans que pensábamos que él era tope especial. Tú no, Ewan. Tú no eres como los demás, tú eras la fantasía definitiva, guapo, simpático, pero casado y con un porrón de hijos, porque fijarse en típico galán de Hollywood picaflor no tiene ningún interés. Ewan ha hecho algo tan humano, tan vulgar y tan impropio de él como es dejar a la madre de sus cuatro hijos (¡cuatro!) por una actriz más joven. En esta edición de los Globos de Oro consiguió el premio a mejor actor de miniserie por la tercera temporada de "Fargo" y él se las apañó para agradecérselo tanto a su familia (y nombró a su ex mujer y sus hijos) como a sus compañeros de reparto (y nombró a su actual novia y otros compañeros de "Fargo"). ¿Esto es adorable o para darle con un calcetín sudado en toda su hermosa faz? No lo sé, de nuevo, debatámoslo en los comentarios.

¿Y quiénes iban divinamente?  Voto por ellas:

No me convence demasiado el ribete de brillitos del vestido de Diane Kruger, pero todo lo demás me parece bello como Ewan McGregor sosteniendo un cachorrito. Emma Watson lucía un vestido muy original, con transparencias y fruncidos. Por gustarme, me gustan hasta los zapatos. Y Zoey Kravitz iba minimal a más no poder porque cuando llevas unos piedrolos como esos, pues chica, para qué llevar nada más.

A Halle Berry esto de ir de negro le pilló desprevenida y tiró de fondo de armario, en concreto se puso un salto de cama de Woman Secret:

En cuanto a Shailene Woodley, no tengo palabras. Bueno, sí. ¿De qué extraño material está hecho esa especie de jersey de cuello vuelto que me lleva?, ¿es poliester? Y ese pelo bicolor, ¿es que el look Mónica Naranjo en los 90 vuelve a estar de moda?

No podía faltar ella, tú, la misma de ayer, la incondicionaaaaal (dígase cantando como en la canción de Luis Miguel). Sí, Heidi Klum, que ya sabéis que ella no se pierde un sarao. Le encantan. Es el reverso luminoso de Isabelle Huppert. Se plantó para la ocasión un vestido asimétrico con plumitas, una especie de gallina Co-co-uá sexy. 

Y vosotros, ¿qué creéis que hace reír a Isabelle Huppert?, ¿nada en absoluto?, ¿los vídeos de gatitos?, ¿el dolor ajeno? ¿También créeis que el siguiente paso en la crisis de los 50 de Ewan McGregor será ponerse un pendiente y comprarse un Ferrari rojo?, ¿el que peinó a Millie Bobby Brown es un licenciado en arquitectura reconvertido en peluquero?
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