Tengo una idea para una comedia romántica. Es un "Mi gran boda griega" meets "La boda de mi mejor amigo" meets "Corazón, corazón". Se llamará "Mi gran boda ibicenca" y podría protagonizarla Kate Hudson o Reese Whiterspoon o Sandra Bullock y, por supuesto, la pondrían los domingos por la noche en TVE.
Lo tiene todo para que cualquiera de estas actrices firmara y, detrás de ella, alguien tipo Matthew MacConaghey: glamour, playas, gente vestida de blanco, romance, cursilería...:
...y además está basada en hechos reales. Porque "mi gran boda ibicenca" se basa en la boda real, en Ibiza, de Adriana Abascal.
¡Cómo! ¿Que no sabéis quién es Adriana Abascal? Pues la maestra de todas esas aprendices de señoras de, la que va de multimillonario en multimillonario, de portada en portada y de evento en evento. Ella. Para los perezosos incapaces de hacer clic en el "ella" y así averiguar tooooda la larga historia amorosa de Adriana, deciros que fue Señorita México allá por los 80 (de hecho está más guapa que en su época de Miss, debido al bótox de ahora y a las permanentes de entonces), novia del anciano dueño de Televisa, que tuvo el detalle de morirse rápido y dejarle un buen pellizco y luego mujer del presidente de Telefónica y, después de eso, alegre divorciada.
Digna protagonista de una alta comedia.
Pero las comedias románticas de ahora son demasiado vulgares para Adriana. Demasiado working class. Ella necesitaría una comedia como las de antes. Con lujo, mayordomos, enredos y muchos vestidos de alta costura.
El germen de este blockbuster está en el último número del Hola. Porque, como ya sabéis los lectores habituales de este blog, el Hola es la mejor revista de humor en castellano que existe. Ni el Jueves, ni el Mundo Today, ni la Gaceta. El Hola. Y su último número está lleno de alta comedia sofisticada. Ahí tenemos a Adriana, diciendo que "no recuerda haber vivido un amor como el que está viviendo" y que su marido no es multimillonario, sino súper atractivo. Con eso quiere decir que cuando estuvo con el abuelete de Televisa y el Pedro Picapiedra de Telefónica lo hizo por lo que hizo. Por el sentido del humor de sus parejas, ¿por qué si no?
Además de amor verdadero, "Mi gran boda ibicenca" también tiene actores secundarios de lujo. El Rupert Everett de esta comedia romántica, el que da ese toque gay mundano es Boris Izaguirre:
Por cierto que os diré que me regalaron aquel libro de Boris que ganó el Planeta y puedo asegurar que es el PEOR libro que he leído en toda mi vida de primate. Trama de culebrón, escrito con el léxico de una señora que de 50 años que lleva un diario personal.
Pero volvamos a "mi gran boda ibicenca". Entre los invitados de Adriana hay modelos, aristócratas y mucho rico desconocido, de esos que salen en las páginas centrales en blanco y negro del Hola. Es decir, ricos de verdad, porque no hay como el anonimato para poder defraudar a Hacienda en condiciones.
Y luego está ella:
Que a Nati Abascal eso de ir discreta pues mira oye, como que no. Unos piedrolos. Una falda con una buena abertura. Una corona de flores. Unos estampados. Porque a ella los estampados le chiflan. Unas transparencias. Llevaba de todo, menos un sujetador.
En su adaptación cinematográfica Nati Abascal será interpretada, o por Jane Fonda o por Joan Collins.
Mientras mi agente negocia la venta de este blockbuster al agente de Julia Roberts, os comento que el último Hola tenía muchas más perlas. Nos deja grandes enigmas, como ¿qué le da de comer Guti a su bebé para que esté tan hermoso?
¿Quién dijo que todas las novias son guapas?
Si tenéis respuesta para alguno de estos enigmas, contádmelo.
Además, el día 10 (mañana, sin ir más lejos) se proyecta "Lo último que hago para el Notodo" en el festival Sierra Norte de Sevilla. Espero sinceramente que la proyección sea por la noche o en un sitio con aire acondicionado.
Lo tiene todo para que cualquiera de estas actrices firmara y, detrás de ella, alguien tipo Matthew MacConaghey: glamour, playas, gente vestida de blanco, romance, cursilería...:
...y además está basada en hechos reales. Porque "mi gran boda ibicenca" se basa en la boda real, en Ibiza, de Adriana Abascal.
¡Cómo! ¿Que no sabéis quién es Adriana Abascal? Pues la maestra de todas esas aprendices de señoras de, la que va de multimillonario en multimillonario, de portada en portada y de evento en evento. Ella. Para los perezosos incapaces de hacer clic en el "ella" y así averiguar tooooda la larga historia amorosa de Adriana, deciros que fue Señorita México allá por los 80 (de hecho está más guapa que en su época de Miss, debido al bótox de ahora y a las permanentes de entonces), novia del anciano dueño de Televisa, que tuvo el detalle de morirse rápido y dejarle un buen pellizco y luego mujer del presidente de Telefónica y, después de eso, alegre divorciada.
Digna protagonista de una alta comedia.
Pero las comedias románticas de ahora son demasiado vulgares para Adriana. Demasiado working class. Ella necesitaría una comedia como las de antes. Con lujo, mayordomos, enredos y muchos vestidos de alta costura.
El germen de este blockbuster está en el último número del Hola. Porque, como ya sabéis los lectores habituales de este blog, el Hola es la mejor revista de humor en castellano que existe. Ni el Jueves, ni el Mundo Today, ni la Gaceta. El Hola. Y su último número está lleno de alta comedia sofisticada. Ahí tenemos a Adriana, diciendo que "no recuerda haber vivido un amor como el que está viviendo" y que su marido no es multimillonario, sino súper atractivo. Con eso quiere decir que cuando estuvo con el abuelete de Televisa y el Pedro Picapiedra de Telefónica lo hizo por lo que hizo. Por el sentido del humor de sus parejas, ¿por qué si no?
Además de amor verdadero, "Mi gran boda ibicenca" también tiene actores secundarios de lujo. El Rupert Everett de esta comedia romántica, el que da ese toque gay mundano es Boris Izaguirre:
Aquí Boris jugando a ser Miguel Bosé sin ser él nada de eso.
Por cierto que os diré que me regalaron aquel libro de Boris que ganó el Planeta y puedo asegurar que es el PEOR libro que he leído en toda mi vida de primate. Trama de culebrón, escrito con el léxico de una señora que de 50 años que lleva un diario personal.
Pero volvamos a "mi gran boda ibicenca". Entre los invitados de Adriana hay modelos, aristócratas y mucho rico desconocido, de esos que salen en las páginas centrales en blanco y negro del Hola. Es decir, ricos de verdad, porque no hay como el anonimato para poder defraudar a Hacienda en condiciones.
Y luego está ella:
Que a Nati Abascal eso de ir discreta pues mira oye, como que no. Unos piedrolos. Una falda con una buena abertura. Una corona de flores. Unos estampados. Porque a ella los estampados le chiflan. Unas transparencias. Llevaba de todo, menos un sujetador.
En su adaptación cinematográfica Nati Abascal será interpretada, o por Jane Fonda o por Joan Collins.
Mientras mi agente negocia la venta de este blockbuster al agente de Julia Roberts, os comento que el último Hola tenía muchas más perlas. Nos deja grandes enigmas, como ¿qué le da de comer Guti a su bebé para que esté tan hermoso?
¿Potitos de torrija?
¿A dónde mira Marina Castaño en esta foto?
Marina, mira al fotógrafo, ¡al fotógrafo!
¿Quién dijo que todas las novias son guapas?
Nota mental: no aprovechar las puntillas de las cortinas para usarlas como tocado.
Si tenéis respuesta para alguno de estos enigmas, contádmelo.
Además, el día 10 (mañana, sin ir más lejos) se proyecta "Lo último que hago para el Notodo" en el festival Sierra Norte de Sevilla. Espero sinceramente que la proyección sea por la noche o en un sitio con aire acondicionado.